José Martínez comenzó a practicar beisbol a los cinco años de edad en su natal República Dominicana, y conforme pasaron los años, su talento salió a relucir, pero cuando estaba por llegar a Grandes Ligas, una lesión lo obligó a retirarse, y hoy es oficial de policía en el Condado de Maricopa, Arizona.
Por si fuera poco el cambio que tuvo que hacer al dejar el beisbol, Martínez no dominaba el idioma inglés, así que se puso a perfeccionar la lengua de William Shakespeare.
Fue en 2014 cuando las bajas temperaturas de Indiana le afectaron el brazo de lanzar, a tal grado de terminar con su carrera de forma fugaz, y buscar otra manera de ganarse la vida.
“En mi país el clima es algo diferente, mi cuerpo no estaba acostumbrado a jugar en la nieve. Cuando me mandaron a Indiana me costó acostumbrarme como lanzador, lo que causó un desgaste en mi codo. (Esto) fue lo que limitó mi carrera poco a poco, hasta que se acabó”, aseguró con cierta frustración el que fuera pitcher.
José Martínez cayó en una tremenda depresión al no poder practicar lo único que sabía hacer en su vida, y siguió las enseñanzas de su padre.
“Decidí que tenía que hacer algo en la vida para ver por mi familia, como mi padre me lo enseñó. Fue difícil encontrar lo que tenía que hacer y olvidarme del béisbol…Bueno, no olvidarme porque aún juego por diversión, pero sí dejar atrás esa carrera y sustituirla por otra”, comentó durante una rueda de prensa que dio cuando se reveló la historia que lo llevó a portar una plaza de oficial en Maricopa.
Desde julio de 2019, Martínez se desempeña como oficial en la Oficina del Alguacil del Condado de Maricopa (MCSO), en la Cárcel de Durango, ubicada en Phoenix (Arizona). El centro penitenciario de mediana seguridad puede recibir más de 2.000 mil prisioneros.
“Definitivamente mi vida dio un giro de 360 grados, jugar béisbol era divertirte, básicamente me pagaban por hacer lo que me gusta. Como policía trabajas porque hay personas detenidas, pero sabes que también ayudas a tu comunidad”, expresó.
Ahora como miembro del equipo de seguridad de una prisión, José debe cerciorarse de que los reclusos tengan sus alimentos y medicinas, además de vigilar todas las áreas de la cárcel.
DESEA VOLVER AL DIAMANTE
“Cada vez que veo un policía en la calle me da la misma ansiedad que cuando miraba a un beisbolista con uniforme; cuando yo siento esa emoción sé que voy a tener éxito”, aseguró.
Nacido en República Dominicana, Martínez empezó a jugar béisbol desde que tenía cinco años, debido a que su padre es un fanático de este deporte y fue quien lo motivó desde pequeño en pos de una carrera como pelotero profesional.
Cuando tenía trece años, un buscador de talentos vio su potencial y lo introdujo en los equipos estadounidenses de béisbol. Finalmente se quedó a jugar con los Diamondbacks de Arizona, que tiene su sede en Phoenix.
Hoy José Martínez es una celebridad en Maricopa, pero no por ponchar rivales, sino por dejarlos para portar el uniforme de policía.
fahl