Los organizadores de los premios Grammy han removido a su nueva presidenta y directora ejecutiva tras una acusación por mala conducta, generando un descalabro en la organización a 10 días de la ceremonia anual más importante en la industria musical.
Si bien aseguró que la premiación del 26 de enero en Los Ángeles continuará según lo planeado, la Recording Academy anunció su decisión de poner a la directora ejecutiva Deborah Dugan bajo licencia administrativa.
La medida se produce solo cinco meses después de que Dugan se convirtió en la primera mujer que preside la organización con la promesa de brindar más diversidad.
No se entregaron detalles sobre la acusación, pero el abogado de Dugan dijo en un comunicado:
“Lo que se ha informado está lejos de ser la historia que debe ser contada. Cuando nuestra capacidad de hablar no se vea limitada por un contrato de 28 páginas y amenazas legales, expondremos lo que sucede“, añadió.
La Recording Academy, cuyos miembros eligen a los ganadores de los Grammy, dijo en su comunicado que su directorio había determinado poner a Dugan bajo licencia administrativa “a la luz de las preocupaciones planteadas (…) entre ellas una acusación formal de mala conducta por parte de un miembro importante del equipo de Recording Academy”.
La revista Variety citó el viernes fuentes no identificadas que describieron la medida como un “golpe” brindado por ejecutivos a los que no les han gustado los cambios prometidos en la organización.
Las nominaciones al Grammy este año están dominadas por mujeres, como las jóvenes Lizzo y Billie Eilish. Ambas actuarán en la gala del 26 de enero junto a artistas como Ariana Grande, Camila Cabello y Gwen Stefani.
EFVE