Diego Schwartzman entra y sale de las canchas de entrenamiento en Melbourne Park con gran ánimo. El argentino, actual 14 del mundo, sabe que la entrega, el trabajo y las ganas son el único camino para seguir construyendo un promisorio presente que lo tiene como referente latino en el Circuito y en los Major siempre ha dado un plus.

¿Cómo llega al primer Grand Slam del año?

“Las sensaciones en la previa son buenas”, aseguró antes de debut ante el potente sudafricano Lloyd Harris (91°), reciente finalista en Adealida. “En la ATP Cup me tocó no ganar la mayoría de mis partido que jugué… me enfrenté a dos Top5”, reconoció el argentino. “Creo que los cuatro partidos que jugué fui jugando de menor a mayor, fui sintiéndome mejor y los entrenamientos acá por ahora vienen siendo así que es confiar y esperar a que pueda arrancar el primer día bien”.

Apenas un par de lugares del añorado Top Ten, Schwartzman sabe que teniendo buenas actuaciones en las principales paradas del ATP Tour podrían catapultarlo a ese especial lote.¿Lo tiene el argentino en su cabeza?

“Hubo un momento durante la ATP Cup que si le ganaba a Medvedev hubiera quedado más cerca, ese partido eran muchos puntos en juego…”, dice y se sonríe el ‘Peque’, que sabe no debe apurarse y sigue enfocado en el día a día.

“Siempre para ser Top 10 hay que ganar esa calidad de partidos, si logro empezar a ganarlos más seguido y no debes en cuando sí me puedo plantear entrar al Top 10 porque quizá allí me lo merezca. Mientras que haga las cosas bien pero no les gane a los 6 ó 7 primeros será difícil. Por eso no lo pienso que me vuelve loco pero sería algo muy bueno”, dijo el pupilo de Juan Ignacio Chela.

En el último tiempo, por su promisorio presente, Schwartzman ha sido catalogado como ejemplo por el camino que supo construir y el cómo sobreponerse a cualquier adversidad. No obstante, el argentino trata de no autoreferenciarse un ‘ejemplo’.

“Me preguntan cómo hago porque me deben ver que trabajo duro, que entreno y es responsable y a mucha gente le gusta esa parte de mi. Yo intento responderles de que no hay ninguna ciencia y es una mezcla de ganas, de naturaleza tener un poco de tenis y llegar a que las cosas te salgan bien”.

Por otra parte, el argentino transita un momento especial fuera de la cancha, de novio hace algunos meses. “Es una corriente buena de energía”, dice con una sonrisa.

“Uso las redes sociales mucho pero lo privado trato de no mostrarlo tanto… son situaciones de vida y en todos los casos si te pasan cosas buenas eso puede verse reflejado también en la cancha”, consideró. Mientras tanto, como siempre, Schwartzman se enfoca en los drives y los reyes y en lo que mejor hace: sacarle el mayor jugo a sus virtudes y Melbourne no será la excepción.

LEG