Siete sirios fueron atacados por guardias fronterizos turcos, mientras intentaban cruzar la frontera con desde el poblado de Harem, fronterizo con Iskenderun, en el sur de Turquía, informó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
El organismo reportó que un sirio de menos de 18 años murió por disparos y otros siete civiles, entre ellos cuatro niños, fueron heridos mientras se desplazaban de la aldea Al-Sahriya, en el oeste de la ciudad siria de Hama.
Denunció que esto no es un hecho aislado pues “los guardias fronterizos turcos continúan atacando a civiles sirios que huyen de los horrores de la guerra y buscan un refugio seguro que los proteja del régimen sirio y de los aviones rusos”.
Rusia ha apoyado a su homólogo sirio Bachar el Asad en la recuperación de casi todo el territorio de manos de los insurgentes que buscaban derrocarlo durante la guerra civil que comenzó hace casi nueve años y que ha dejado más de 400 mil muertos, cinco millones de refugiados y seis millones de desplazados.
En 2012, las tropas regulares sirias habían perdido 55% del territorio, pero para este 2020, con el pacto sellado el pasado octubre con las milicias kurdo-sirias auspiciado por Moscú, tras la ofensiva turca desencadenada por el anuncio de la retirada de tropas de Washington, han recuperado el 90%.
Según la documentación del OSDH, el número de civiles sirios asesinados por las fuerzas de guardia fronterizas turcas “Jandarma” desde el comienzo de la revolución siria aumentó a 443 civiles, incluidos 78 niños menores de dieciocho años y 44 mujeres mayores.
gac