Un hombre que enfrenta cargos de abuso sexual ante la justicia holandesa mantuvo cautivos a seis de sus nueve hijos por casi una década en una apartada granja, diciéndoles que “malos espíritus” entrarían a sus cuerpos si hablaban con extraños, dijeron fiscales el martes.
Gerrit-Jan van Dorsten, de 67 años, está acusado de detención ilegal, abuso de menores y lavado de dinero. Ahora enfermo después de una apoplejía, no puede dirigirse a la corte y no asistió a su audiencia antes del juicio en la ciudad de Assen, durante la cual la orden de arresto en su contra fue extendida por tres meses.
En octubre, la policía encontró a Van Dorsten y a cinco de sus hijos adultos en la granja de Ruinerwold, en el norte de Holanda, luego de que un sexto hermano escapara hasta el pueblo más cercano. Residentes locales alertaron a la policía.
“Todos los chicos reportaron castigos físicos si se consideraba que estaban bajo la influencia de espíritus. Esto sucedió mientras eran muy chicos, a partir de los cuatro o cinco años”, dijo la fiscal Diana Roggen a los magistrados.
“Los castigos consistían en golpes, a veces con un palo u otros objetos, tirones de pelo, a veces haciéndolos tomar un baño de agua helada por horas. A veces fueron asfixiados al punto de perder el conocimiento”, declaró.
Los jueces accedieron a un pedido de la fiscalía para que Van Dorsten sea sometido a exámenes neurológicos y siquiátricos y dijeron que los abogados de la defensa podrían interrogar a los niños: cuatro varones y cinco mujeres que ahora son todos adultos.
Los seis hijos menores estuvieron recluidos desde su nacimiento y separados de sus hermanos mayores. Una adolescente de 15 años fue enviada a otra localidad, mientras que uno de los hijos de 12 años fue obligado a vivir solo en una casa rodante.
Van Dorsten culpó a los niños por la muerte de su madre en 2004, diciéndoles que sucedió porque ellos tuvieron contacto con el mundo exterior.
“Yo tenía un mal espíritu y no quería traspasárselos a ellos”, dijo uno de los niños a los fiscales durante un testimonio.
Los seis niños menores y su padre vivieron en la granja desde el 2010 y sus nacimientos jamás fueron registrados ni se les envió a la escuela, tal como se requiere bajo la ley holandesa.
Su madre falleció en 2004 y tres hermanos mayores dejaron la familia antes de que se recluyeran. Dos de ellos denunciaron abuso sexual siendo adolescentes.
Van Dorsten se encuentra en un hospital penitenciario donde la policía no ha podido interrogarlo debido a que sufrió una apoplejía que lo dejó sin habla en 2014.
PAL