Gobierno y gobernadores parecen acercarse.
El entendimiento estaría a punto, salvo por un problema.
Y la respuesta no la tienen, vaya situación, ni la Secretaría de Salud (SSA) ni la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
O si se quiere personalizar, ni Jorge Alcocer ni Arturo Herrera.
Porque los gobiernos supuestamente disidentes, ni todos los panistas ni todos los priistas y menos el emecista Enrique Alfaro, son rebeldes a ultranza.
El asunto es muy simple:
Como firmantes del Seguro Popular, recibían dinero y lo canalizaban para la protección de millones de personas en las 32 entidades federativas.
Más de 50 millones de mexicanos pobres y sin previsión social, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), sólo tenían ese recurso.
Exactamente 53.5 millones de personas mayoritariamente pobres.
Su única esperanza de atención, de servicios, de vida aunque ahora la frase gubernamental asiente:
-El Seguro Popular ni era seguro ni era popular.
NO HAY DINERO GARANTIZADO
No importaron los buenos y regulares beneficios.
El nuevo Gobierno calificó al Seguro Popular y a los gobernadores como un nido de corrupción en sacra alianza con los empresarios de la medicina.
Por eso se instauró el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), con titubeantes resultados y sin reglas claras de operación.
Y por estas indefiniciones varios miembros del gabinete, en especial los secretarios Jorge Alcocer y Arturo Herrera, han sido muy cuestionados.
Lo sabe Herrera, el hombre de los recursos.
Un día muy reciente, hablaba con un gobernador filo-panista y le reclamó porque no firmaba la adhesión al nuevo organismo de salud.
-No tengo ningún problema -le contestó el gobernador.
-Entonces firma -le pidió.
-Te firmo ahorita mismo si me das una garantía: que los recursos que recibía continuarán sin ningún problema y que va a haber protección plena para toda la población.
Le contestó el secretario de Hacienda:
-La meta es la cobertura general de la población. Lo del dinero no puedo asegurarte… Déjame preguntarle al Presidente…
Y ahí se agotó el tema.
EL SALVAJISMO DE LA GUARDIA
1.- Varias veces hemos destacado aquí la lucidez política de Porfirio Muñoz Ledo.
Su libertad le permite calificar de “salvaje” la agresión cometida por la Guardia Nacional (GN) contra migrantes hondureños y salvadoreños en el sur del país.
Él les llama refugiados.
Tras esa expresión crítica abrió la posibilidad de un juicio internacional al Gobierno mexicano por violación de los derechos humanos de acuerdo al artículo 11 de la Constitución y del Acuerdo Migratorio de Marrakech firmado por México.
Juicio terrible de consecuencias internacionales.
Y 2.- el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, no ve el fin de sus problemas.
Si su estado es uno de los más violentos e inseguros del país, al frente de la Fiscalía tiene a una persona con relaciones cuestionables.
La propia fiscal Verónica Hernández Giadáns confesó su parentesco con una líder regional de Los Zetas, conocida como La Jefa, a quien asegura no haber visto en 30 años.
Un tema más allá de la ética y de la moral políticas.