Desde hace 45 años, la familia Origel Gómez se dedica a la elaboración y venta de tamales; la tradición inició en 1975 con los tíos del señor René, quién se encuentra al mando del negocio desde hace 22 años.

Cuando iniciaron sus tíos con la tamalería, el producto se regalaba para que lo conocieran, poco tiempo después el lugar se hizo famoso y comenzaron a hacerse de fieles clientes.

En una pequeña casa ubicada en la delegación Miguel Hidalgo, a diario se realiza la elaboración del producto: el maíz se compra seco, luego se nixtamaliza (que consiste en la cocción con agua y cal), se reposa, se lava, se deja remojando, se escurre, se seca, se lleva a moler y se regresa como harina.

“A diario pongo en el pizarrón, los ingredientes y las proporciones de lo que se debe hacer, para que las muchachas que me ayudan, lleguen, vean y pesen los ingredientes”, cuenta René.

Las hojas para envolver deben ponerse a remojar durante 30 minutos para que puedan ser moldeables a la hora de poner la masa y el relleno del tamal y éstas no se rompan.

La producción diaria es de 500 piezas, sin embargo en estas fechas, vispera del Día de la Candelaria, la demanda aumenta y se realizan hata mil 600. La temporada alta se prolonga hasta el 8 de febrero y solo se pueden encontrar los sabores tradicionales que son pasitas, piña, queso con rajas, verde con pollo y mole con pollo.

Fuera de temporada los sabores especiales se pueden encontrar dependiendo el día de la semana; por ejemplo los miércoles hay de mantequilla, tinga de pollo, chipotle con queso y rancheros; los jueves hay de nuez con chocolate, y verdolagas con cerdo, y así van cambiando los sabores día a día.

El precio por pieza es de 16 pesos, ya sean de sabores tradicionales o los especiales dulces o salados; también cuentan con 14 sabores de atoles, aunque su especialidad es el de cajeta.

Se encuentran ubicados en Begonias 154-B, en la colonia Nueva Santa María, en un horario de lunes a sábado de 18:00 a 21:30 horas.

LEG