En 1990 el entonces regente capitalino Manual Camacho Solís se preocupó demasiado por la crítica periodística al presidente Salinas y las respuestas agresivas del poder. En su razonamiento como politólogo, Camacho llegó a decir que los enfoques estratégicos cuidan sectores igualmente estratégicos. Siempre tuvo presente el asesinato del columnista Manuel Buendía en mayo de 1984 y cómo afectó al Gobierno de De la Madrid.
Hoy muchos fierros periodísticos están en la lumbre. Y aunque el Presidente de la República sea ajeno a ellos, el sector de la prensa aparece vulnerable sin la preocupación del Estado: Raymundo Riva Palacio, Héctor de Mauleón, Martín Moreno, Ciro Gómez Leyva, Alejandro Lelo de Larrea, Sergio Aguayo, Denise Dresser, decenas de periodistas del interior aparecen acosados por amenazas y varios asesinados y sobre todo los emblemáticos chihuahuenses asesinados Javier Valdez y Miroslava Breach
Ningún caso involucra al Presidente, pero sí afecta al Estado. Buendía solía enumerar los sectores estratégicos como factores de inestabilidad: prensa, disidentes, funcionarios, militares, jefes religiosos, empresarios, diplomáticos, políticos encumbrados. Y a cada uno de ellos les llegó la violencia y el país perdió estabilidad.
Las estrategias de seguridad del Estado no sólo deben atender el objetivo de la delincuencia, sino que están obligadas a la previsión de sectores estratégicos afectados por la violencia. Camacho siempre se preocupó como funcionario por proteger a los críticos y disidentes porque a veces ataques contra ellos eran formas de provocación de la inestabilidad política. El Presidente tiene derecho a responder críticas, rebatir y replicar, pero el Estado posee la prioridad de proteger a la crítica. El problema no es el poder, sino los fanáticos que con facilidad amenazan, los políticos resentidos como Humberto Moreira y los delincuentes que no quieren una prensa que revele complicidades delictivas.
La desestabilización es el principal riesgo de la falta de un enfoque estratégico de la estabilidad nacional como seguridad del Estado.
Zona Zero
- El Cártel de Santa Rosa de Lima de El Marro y el Cártel Jalisco Nueva Generación son dos objetivos de la ofensiva de seguridad, no así el Cártel de El Chapo. Éste último podría ser incluido en la lista a petición específica del fiscal estadounidense William Barr.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
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