Unos cien integrantes del Movimiento Nacional por la Libertad de Presos Políticos llegaron a la caseta México-Cuernavaca, donde bajaron a los pasajeros de autobuses, a fin de utilizarlos para viajar a Oaxaca.

 

En entrevista, Kenia Hernandez, vocera del movimiento, informó que viajarán a esa entidad para ir a una movilización por la libertad de presos políticos, la cual tendrá carácter pacífico.

 

Se les pide a los conductores que bajen a la gente, a quienes en otro camión los llevaron a la terminal de autobuses de Taxqueña, en el sur de la Ciudad de México, mientras que ellos se quedan con el camión desocupado y el chofer para que los lleve a Oaxaca, detalló.

 

Ese contingente llegó a la caseta aproximadamente a las 13:00 horas, y en la caseta al paso de los autobuses los interceptaban para solicitar su apoyo hacia Oaxaca, del lado de las casetas que corren de Cuernavaca hacia la capital.

 

De esta manera, obtuvieron el apoyo de dos camiones, suficientes para llevarlos, mientras que los pasajeros que venían en ellos desalojaron los camiones visiblemente molestos, y criticando que aún con la presencia de la autoridad “no les hacían nada”.

 

Cecilia Robles Ortega, médico cirujano homeópata, viajaba con sus hijos y sus nietos pequeños desde Morelos y criticó duramente a los oficiales de la Guardia Nacional, pues no hicieron nada, solo veían, por lo que cuestionó “cuál es su función, cuando empiecen a disparar van a actuar”.

 

En el lugar, además de los activistas, había elementos de la Guardia Nacional y personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quienes sólo observaban lo que ocurría.

 

El chofer Mario Medrano, de la línea de autobuses Pullman de Morelos, también señaló que los activistas le pidieron, amablemente, que bajara a los 37 pasajeros, quienes en un principio se resistieron, y también comentó que como era posible que estuvieran ahí los de derechos humanos y los policías y no hicieran nada.

 

Kenia Hernandez dijo que al chofer lo tratan muy bien, que incluso si ellos duermen en el suelo y a la intemperie, el chofer no, hasta hay casos que le buscan un hotel, y al terminar sus actividades, en este caso en Oaxaca, los lleva de regreso a la Ciudad de México.

 

Añadió que nunca han tenido una denuncia por privación ilegal de la libertad por solicitar el apoyo del transporte, pues lo hacen de manera amable y que sea de forma voluntaria, tanto de chofer como de los pasajeros.

 

Apeló a la comprensión de las personas que bajaron del camión, ya que dijo que para que las cosas cambien en este país se necesita de acciones, de manifestarse, de luchar por la justicia y la libertad; por ello, los exhortó a que los apoyen porque para que las cosas cambien es necesario que la gente se ponga en los zapatos de quienes enarbolan esta lucha.

 

Sobre su movimiento, explicó que siguen en la lucha para que liberen a los presos políticos, pues para que los volteen a ver necesitan movilizarse, visibilizarse, y por ello este martes irán a Oaxaca para exigir la liberación de sus compañeros triquis que fueron encarcelados, uno hace 17 años, otro hace 12 y los otros siete y cinco años.

 

Explicó que se ha demostrado su inocencia y no han sido puestos en libertad, además de que ellos también están conjuntamente con el grupo Zapata Vive, del estado de Guerrero, que son cuatro jóvenes de esa organización, que están detenidos por grupos que actúan como paramilitares en esa entidad y que los tienen detenidos desde hace cuatro meses en cárceles clandestinas.

 

Finalmente, apoyaron unos minutos a los integrantes de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, quienes llegaron a este lugar donde liberaron las casetas de la carretera México-Cuernavaca, en la alcaldía Tlalpan, y solicitaron apoyo económico para las familias de lo desaparecidos.

 

DAMG