Los nuevos pedidos de bienes fabricados en Estados Unidos tuvieron en diciembre su mayor alza en casi un año y medio gracias a una fuerte demanda por aviones para la defensa, pero el débil gasto empresarial en equipamiento apunta a un margen limitado de repunte en el sector manufacturero.
El informe del Departamento de Comercio del martes siguió a un reporte del Instituto de Gerencia y Abastecimiento del lunes que mostró que la actividad manufacturera se recuperó en enero, después de contraerse durante cinco meses consecutivos.
La desaceleración de la inversión empresarial podría verse agravada por la suspensión de la producción del avión 737 MAX de Boeing, que fue puesto en tierra en marzo pasado después de dos accidentes fatales, y por un brote de coronavirus, que ha matado a cientos de personas en China e infectado a miles en el mundo.
“La fortaleza de (los pedidos a fábrica) es un poco engañosa”, dijo Ryan Sweet, economista senior de Moody’s Analytics. “Los fundamentos no han mejorado significativamente ni para la fabricación ni para el gasto real en equipos comerciales”.
Los pedidos a fábricas aumentaron un 1,8%, dijo el martes el Departamento de Comercio. La cifra de noviembre se revisó a la baja para mostrar un descenso de 1,2% en vez de la caída de 0,7% que se informó inicialmente.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que los pedidos crecieran un 1,2% en diciembre.
Las órdenes a fábricas se redujeron un 0,6% en 2019.
Si bien la confianza empresarial ha mejorado por la menor tensión comercial entre Estados Unidos y China, sigue siendo moderada. Washington y Pekín firmaron un acuerdo comercial de Fase 1 el mes pasado, pero los aranceles de Estados Unidos sobre 360.000 millones de dólares, aproximadamente dos tercios del total, se mantuvieron.
DAMG