Pete Buttigieg tomó ventaja ayer, tras conocerse los postergados resultados del caótico caucus del Partido Demócrata en Iowa, en los que el ex vicepresidente, Joe Biden, tuvo un mal desempeño y se situaba en el cuarto lugar.

El senador Bernie Sanders ocupó el segundo lugar y la senadora Elizabeth Warren el tercero, luego de la entrega de los resultados preliminares, publicados casi 21 horas después de que Iowa dio inicio a un proceso que se extenderá por cinco meses para elegir al rival del presidente republicano Donald Trump.

En los resultados preliminares, equivalentes a delegados estatales, los datos que tradicionalmente determinan al ganador, Buttigieg, ex alcalde de South Bend, Indiana, tenía 26.9%, Sanders un 25.1%, Warren un 18.3% y Biden un 15.6%.

La senadora Amy Klobuchar se ubicaba quinta, con un 12.6%.

Sanders tomó ventaja en la votación popular, que no se usa para determinar a los delegados que votarán en la Convención Nacional Demócrata, en julio.

Lo sucedido en Iowa marca un comienzo complicado de la votación presidencial, después de que la campaña electoral de hace cuatro años se vio envuelta por acusaciones de ataques informáticos e intentos de desinformación que llevaron a una investigación federal sobre la supuesta intromisión en el proceso de Rusia.

Funcionarios demócratas culparon a una nueva aplicación para teléfonos móviles de los problemas presentados en la votación del lunes en Iowa, el estado que tradicionalmente inicia la campaña presidencial en Estados Unidos, y que culmina este año el 3 de noviembre.

La incertidumbre enfureció al partido opositor, preocupado de que esto solo fortalecerá los intentos de Trump por ser reelecto.

También provocó que algunos equipos de campaña de los precandidatos demócratas cuestionen si los resultados tendrán legitimidad.

“Como líder del partido, me disculpo profundamente por esto”, dijo a periodistas el presidente de los demócratas en Iowa, Troy Price, “hemos estado trabajando día y noche para asegurarnos de que estos resultados sean precisos”.

Los republicanos, por su parte, promovieron la idea de dudar si los demócratas tienen la capacidad para gobernar el país… si no pueden conducir un proceso electoral, mientras que Trump calificó en Twitter el retraso en los resultados como “un desastre absoluto”.

LEG