Foto: Reuters/Archivo En los manifestantes predomina la sensación de que el gobierno de Macron ha sido inflexible y cínico ante las demandas de los trabajadores  

En una nueva movilización masiva en Francia contra la reforma de pensiones que impulsa el presidente Emmanuel Macron, alrededor de 120 mil personas salieron a las calles en el país y unas 15 mil en la capital.

“La movilización está ahí, los que se niegan a verlo deben abrir los ojos, estamos lejos de estar al final del movimiento”, señaló Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), de acuerdo con el diario Le Monde.

Esta semana comenzó la discusión de la iniciativa de ley en la Asamblea Nacional, lo que ha motivado a los manifestantes a volver a mostrar su descontento en las calles, tras dos meses de movilizaciones.

Con todo, trabajadores revelaron que han comenzado a resentir pérdidas en su salario por las movilizaciones, un problema que no parece impactar en el sector estudiantil de la protesta, que ve las jornadas con entusiasmo.

“Es una movilización histórica, somos una juventud que no tiene nada más que perder y mucho que ganar, eso le asusta al gobierno, lo vemos con la represión policial de la que somos víctimas”, declaró Homa, de 19 años.

En los manifestantes predomina la sensación de que el gobierno de Macron ha sido inflexible y cínico ante las demandas de los trabajadores.

“La demanda permanece intacta, el apoyo de la opinión pública está ahí, pero el gobierno no se está moviendo, la postura de Macron es inaudible, pide encontrar compromiso, pero realmente no nos escucha durante las negociaciones”, consideró Stéphane, técnico de la Ópera de París.

 

EFVE