Muchas han sido las reacciones ante la decisión presidencial de acabar con los días festivos recorridos, la mayoría de ellas en tono de sorpresa y rechazo, debido a las afectaciones que traerá, entre otros sectores, para la actividad turística nacional.
De acuerdo con lo anunciado desde Palacio Nacional, se trata de suprimir una práctica que ha tenido al menos tres grandes razones de ser, todas ellas loables. El recorrer días festivos a un lunes para hacer fines de semana largos (no puentes como erróneamente se ha dicho) busca dar certeza a las familias mexicanas en la organización de sus viajes y facilitarles, con la debida antelación, la definición, preparación y pago de los periodos de descanso a los que todo trabajador tiene derecho.
Asimismo, se pretende evitar el ausentismo en empresas, escuelas y dependencias con los famosos puentes, que en muchas ocasiones son tomados de manera arbitraria por trabajadores, profesores y alumnos, con importantes afectaciones a la productividad nacional. De la misma forma, y quizá uno de los motivos de mayor peso, es dar un impulso a la actividad turística doméstica, con, al menos tres fines de semana largos al año, que, se ha probado, generan una importante derrama.
Tan sólo en 2019, los tres períodos que fueron definidos (5 de febrero, 21 de marzo y 20 de noviembre) generaron ganancias al sector turístico y a la cadena social que de ella depende de más de 10 mil millones de pesos, según cifras oficiales. El fin de semana largo pasado, que tuvo lugar con motivo del 103 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917 habría provocado una derrama económica, según cálculos preliminares, de 4 mil millones de pesos.
Nadie podría regatear el motivo por el cual se ha decidido acabar con esta práctica, que es la educación de los niños y jóvenes del país, quienes, sin duda alguna, requieren de una mayor conciencia cívica y conocimientos acerca de la historia de nuestro país, si no existieran otros caminos para resolver ésta que es una asignatura pendiente.
Las alternativas existen y se encuentran precisamente en el reforzamiento de los cursos de Historia y Civismo en las aulas de país. La solución está igualmente en el seno familiar y el compromiso de los padres y madres en generar mayor conciencia social en sus hijos. Es ahí donde recae la responsabilidad de una mejor educación, no en el castigo a través de la supresión de una medida que, probado está, ha contribuido a mantener a flote a una economía hoy alicaída y que necesitará de múltiples estímulos para mantenerse a flote.
Segundo tercio. En su conjunto, el sector turístico registró el año pasado 44.7 millones de visitantes extranjeros, quienes dejaron recursos por 24 mil millones de dólares e impulsó la creación de 243 mil nuevos empleos, de un total de 4.3 millones plazas laborales.
Tercer tercio. Una conversación amplia y positiva con un actor internacional muy relevante fue la que sostuvo ayer, en el piso 22 de la torre de Relaciones Exteriores, el canciller Marcelo Ebrard con su homólogo ruso Serguéi Lavrov. Apenas un día antes, Ebrard había recibido al subsecretario interino de Estado norteamericano, Michael Kozak. México se está consolidando como un actor con mayor peso en América Latina, según demuestra el nivel de interlocución.
@EdelRio70