La canciller alemana, Angela Merkel, sostuvo que la elección de un presidente estatal con el apoyo de su partido y de la ultraderechista Alternativa Por Alemania (AfD) es inexcusable y debería revertirse, en un intento por sofocar una crisis en su coalición nacional de gobierno.
La elección de Thomas Kemmerich, un dirigente liberal poco conocido del Partido Democrático Libre (FDP) en el estado oriental de Turingia, fue la primera en que un presidente estatal gana con el respaldo de AfD, violando el consenso de postguerra entre los partidos tradicionales, de evitar aliarse con la extrema derecha.
“Es inexcusable, por lo que el resultado debe revertirse”, afirmó Merkel, que no suele hablar sobre política local durante sus viajes al extranjero, en una conferencia de prensa en Sudáfrica, “fue un mal día para la democracia”.
La canciller fue invitada a la mesa de negociaciones comerciales entre Sudáfrica y Alemania, celebrada en la capital administrativa sudafricana de Pretonia, con el presidente, Cyril Ramaphosa, quien destacó que Alemania es su aliado comercial europeo más importante y que existe voluntad política de ambos líderes para fortalecer vínculos.
LEG