La Federación Internacional del Automóvil (FIA) desveló las causas del fallecimiento del piloto francés Anthoine Hubert, quien perdió la vida en agosto pasado durante la carrera en Spa, Bélgica, dentro de la Fórmula 2.
“El departamento de Seguridad de la FIA ha concluido su investigación sobre el accidente ocurrido en la carrera del Campeonato de Fórmula 2 de la FIA en Spa-Francorchamps el 31 de agosto de 2019, en el que el piloto francés Anthoine Hubert sufrió lesiones fatales y el estadounidense Juan Manuel Correa resultó gravemente herido”, se apreció en el comunicado.
Detalló que la indagación incluyó entrevistas con los implicados que sobrevivieron, así como estudios en pruebas de video y la solicitud de datos de los equipos, todo esto avalado por un Grupo de Trabajo de Investigación de la FIA, presidido por el profesor Gérard Saillant.
Se informó que los resultados fueron aprobados por la Comisión de Seguridad de la FIA, dirigida por sir Patrick Head, y presentados al Consejo Mundial del Deporte Motor.
Y la investigación se centró en los cuatro monoplazas que se vieron involucrados en el accidente, el número 19, conducido por Anthoine Hubert, el 12, de Juan Manuel Correa; el 20, del francés Giuliano Alesi, y el 21, del suizo Ralph Boschung.
Sobre el accidente de Hubert, la FIA concluyó: Una cadena de acontecimientos dio lugar a una prolongada y compleja secuencia de choques en la que participaron cuatro pilotos, que finalmente condujo a un impacto de alta velocidad del tipo “lateral” entre los autos de Juan Manuel Correa y Anthoine Hubert.
La dinámica del impacto entre los autos en términos de velocidad y trayectoria fue tal que se transfirió y disipó un nivel extremadamente alto de energía, lo que se tradujo en un traumatismo no-superviviente para Anthoine Hubert y en lesiones muy graves para Juan Manuel Correa.
Además, no hubo una única causa específica, pero se identificaron múltiples factores contribuyentes que dieron lugar a la gravedad del accidente, tras un análisis detallado de las diversas fases del mismo.
Así como que la investigación no encontró pruebas de que algún piloto no reaccionara adecuadamente en respuesta a la señal de bandera amarilla o a las circunstancias en curso.
También se considera que la reacción de los oficiales y del control de la carrera al desplegar los servicios de señalización y rescate en relación con el accidente fue oportuna y buena.
La FIA aseveró que la mejora de la seguridad es un proceso continuo, por lo que las conclusiones que se extraigan de este accidente y de otros similares de todo el mundo se integrarán en la labor en curso para seguir desarrollando la seguridad en el deporte motor.
EFVE