Esta claro que el outsourcing no desaparecerá, como pretende locamente Napoleón Gómez Urrutia, ni la práctica será criminalizada como también propuso el senador de Morena.

Lo que no ha quedado claro es el alcance de las modificaciones a la iniciativa del senador canadiense-mexicano, que fue tan agresiva -por decir lo menos- que hasta el propio presidente López Obrador la descalificó.

A favor de los empresarios del outsourcing y de quienes emplean este modelo de subcontratación, juegan dos hechos importantísimos, que no estuvieron en el radar del senador cuando redactó su iniciativa.

El primero fue la firma del T-MEC con Estados Unidos y Canadá, en donde las empresas echan mano de la tercerización de la contratación para eficientar costos.

El segundo la caída de la economía mexicana.

Con la economía nacional estancada, aprobar la iniciativa napoleónica en sus términos representaría dejar sin trabajo a cientos de miles de mexicanos y de paso poner un freno a la productividad de miles de empresas que recurren a la subcontratación.

Uno de los mayores empresarios en el sector, CEO de la empresa GINgroup, Raúl Beyruti Sánchez, aseguró que de los 342 mil empleos creados el año pasado, su empresa aportó el 6% de esos empleos.

Pero, en total, las empresas de subcontratación aportaron, según Beyruti, el 30% de los empleos creados en el 2019, es decir, poco más de 110 mil, una cifra nada despreciable.

Ayer el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, se reunió con un grupo de empresarios del outsourcing, a quienes prometió que la práctica no se criminalizaría -se penalizará si se utiliza para evadir impuestos y obligaciones con los trabajadores-, y se harán los ajustes necesarios a la  iniciativa para corregir los vicios que la práctica tiene desde su origen.

A ver qué resulta del ejercicio de parlamento abierto sobre el tema.

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Si usted se pregunta por qué el PRI no es ni siquiera un remedo de oposición pese a los millones de votos que recibió en el 2018, la respuesta la puede encontrar en la conducta del presidente municipal de Monterrey, Adrián de la Garza.

La semana pasada el periódico Reforma publicó que el alcalde se encontraba en Las Vegas, en días laborales.

De la Garza lo negó pero la madrugada del día siguiente rentó un avión privado que salió de Toluca para regresarlo de Las Vegas a Monterrey.

Las explicaciones que dio el político tricolor sobre el viaje y el regreso son una antología de lo absurdo.

Lo malo para el PRI es que de la Garza se veía como “su gallo’’ para disputar la gubernatura en el 2021.

Ya le pueden cantar las golondrinas.

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Ayer Luis Donaldo Colosio cumpliría 70 años; algunos de los políticos que en su momento fueron considerados “sus viudas’’ y otros que siguen lucrando con la imagen del sonorense, salieron a condolerse de su pérdida.

Bueno, hubo más mensajes en FB que en el aniversario de su asesinato.

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La firma mundial nPert que mide la velocidad en internet, concedió a la empresa Totalplay, de Ricardo Salinas, el reconocimiento por “el mejor rendimiento en la red fija’’ en el país.

Para elaborar su reporte 2019 Barómetro de las Conexiones a Internet Fijas en México, nPert realizó 980 mil 679 pruebas de velocidad en los cuatro operadores que compiten por el mercado mexicano: Telmex, Izzi, Megacable y Totalplay, en donde este último registró el doble de velocidad que los otros tanto en las descargas de datos como en las subidas de información.

Nada mal para la empresa más joven en ese sector.