El programa unitario, La rosa de Guadalupe, inicia su año número 13, con una producción récord de mil 410 programas transmitidos desde su inicio en 2008, con un rating de casi cuatro millones y medio de espectadores y con 170 capítulos producidos al año, que se exportan a 23 países.
El programa, que se transmite por televisión abierta, con Miguel Ángel Herros al frente de la producción, se ha convertido en un fenómeno que, a lo largo de más de una década, ha transitado por múltiples horarios, desde los más insólitos, como las 12 del día, hasta las 7:30 de la noche, el prime time del canal estelar de la televisora de San Ángel.
En entrevista Miguel Ángel Herros explica el éxito de la emisión y ataja las críticas que genera el programa, principalmente en memes que se hacen virales a través de las redes sociales. El productor afirma que el proyecto del programa, creado por el escritor Carlos Mercado, tuvo que esperar dos años para que la empresa se interesara en él. Entramos al aire el 5 de febrero de 2008, con 80 capítulos por producir, hoy luego de 13 años, vamos a producir el doble”.
Una de las características de la emisión, que destaca Herros, es que por su set “han desfilado una gran cantidad de actores, la mayoría egresados del CEA; pero también, el programa ha recibido a actores y actrices, que a lo mejor ya pasaron sus mejores momentos en la televisión, y que nosotros recuperamos, porque son grandes actores”.
Para Miguel Ángel Herros, parte del éxito del programa tiene que ver con que “cumple con lo que la audiencia espera y está acostumbrada a recibir. Lo fundamental son las historias. Ahora sabemos que la realidad supera a la fantasía”.
Tenemos temas actuales, fuertes, que la hacen rentable. Y por supuesto, en la resolución de los casos, donde siempre aparece la Virgen de Guadalupe, que está presente en todo momento; y la rosa y el viento que es como el mensaje del cielo, para que se resuelva el problema”, dice Herros.
El productor aclara que no es “un programa de corte religioso. No hablamos de promoción ni de qué pasa en la iglesia. Pero sí, la Virgen es una presencia permanente, que no solo es la reina de México, sino de América”.
Las historias que desarrolla el programa son producto de Carlos Mercado, que tiene un equipo de escritores y adaptadores”. Además, comenta Herros, “la empresa nos da estudios de audiencias, sobre todo si hay cambio de horario, para saber qué hábitos tiene la audiencia. La televisión es de hábitos. Tenemos audiencia que incluso ve las repeticiones”, comenta.
El público de La rosa de Guadalupe, dice Herros, está compuesto fundamentalmente por mamás y papás que buscan cómo orientar a sus hijos. El mensaje de cada capítulo va dirigido a este sector. Para que los papás tengan más cuidado con sus hijos. Entonces se da mucho que las mamás se sientan con sus hijas de 13, 14 años a ver el programa. “Y les dicen ves lo que te puede pasar en un antro si no tienes cuidado. Que no te vayan a dar algo en lo que tomes”.
El productor de la serie dice que estos son los temas que toma el escritor, Carlos, de la realidad, y lo adapta al formato del programa. Y claro, la base de La Rosa… es que ofrece una solución a los problemas planteados. Un mensaje para que no les pase eso a las chicas y chicos.
Al cuestionarle sobre el tipo de público ve este unitario, Herros dice claramente que quienes hacen el rating en la televisión abierta son los estratos C, D y E, que son los segmentos de menos percepción económica.
“Es gente trabajadora, que sus sueldos son más para comer, van a escuelas públicas, donde hay que pagar uniformes, útiles escolares, etcétera. En todos los países del mundo, la televisión abierta le llega a la gente que no tiene el poder adquisitivo para pagar televisión de paga”, comenta el productor.
Herros menciona que se graban cuatro capítulos a la semana del programa, con dos equipos completos de producción. Los programas se hacen en locación todo el tiempo, porque dice, actualmente, en cine y televisión lo que se busca es el realismo, y ese está en la calle, en locaciones. Por eso también el tener actores no tan reconocidos, eso le da realismo en televisión”.
En este momento, refiere el productor, tenemos un presupuesto para un programa unitario, pero ocupamos un horario estelar, que anteriormente ocupaban telenovelas. Acerca de las constantes críticas que recibe el programa por el tipo de contenido que maneja, Herros dice que él ve todas las críticas, sobre todo las de las redes sociales.
Para Herros, “el hecho de que alguien se tome la molestia de criticar uno de nuestros capítulos, que digan ‘que La rosa de Guadalupe no te eduque’, quiere decir que lo ven; porque si no, no podrían opinar del programa. Finalmente, si nos ven, para bien o para mal, qué bueno, nos dan rating, aunque digan que no les gusta. Y curiosamente, en las redes, los millennials, que dicen que no ven televisión abierta, son los que más critican”.
Sin embargo, Herros asevera que no les molestan las críticas: “algunos son muy ingeniosos, otros nada más hablan por hablar. Porque está mal visto que la gente vea televisión abierta. Es un tipo de desdén para la gente que no tiene para pagar TV de paga”, finaliza el productor.
CS
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