“Los funcionarios corruptos de alto nivel son indispensables para las organizaciones criminales, así como la turbosina para que vuelen los aviones”:
Anabel Hernández
En política nada es coincidencia. El 19 de noviembre del 2019, el Rector Enrique Graue rindió protesta para un segundo periodo al frente de la Universidad Nacional. Quince días antes, la Facultad de Filosofía ya había sido tomada por un colectivo feminista en el que también participan personas que mantienen tomado el Auditorio Che Guevara desde hace 20 años, cuando se puso fin a una huelga que duró del 20 de abril de 1999 hasta el 12 de febrero del 2000. Ayer como ahora, la Universidad es un campo de expresión de la mayoría de las posiciones políticas y una manifestación de la pluralidad de este país. Es un microcosmos del México diverso.
Desde el año 2000 cuando Ernesto Zedillo envío al Dr. Juan Ramón de la Fuente a reorganizar la vida universitaria, el grupo de Los Médicos, propició un ambiente de desarrollo y estabilidad en la UNAM. La alternancia político partidista estableció un entorno de respeto y colaboración en el ámbito universitario que permitió al Dr. De la Fuente y al Dr. José Narro, cumplir su compromiso en la máxima casa de estudios sin muchos avatares.
En los últimos 19 años, la máxima casa de estudios recibió un impulso y fortaleció sus labores académicas, de investigación y de difusión de la cultura. Sin embargo, en esos 19 años, también se incubó y desarrolló, una especie de “aristocracia dorada” que bajo la sombrilla de la estabilidad y de una imagen renovada, incubó negocios legales e ilegales.
Para iniciar su segundo periodo, el Dr. Graue decidió dar un giro a su administración tras encontrar que, en los últimos años, dos áreas en su directa responsabilidad mostraban signos de corrupción. La Secretaría Administrativa que por años estuvo a cargo de Leopoldo Silva, que en la actualidad funge como Presidente del equipo de futbol, Pumas, y la antigua Secretaría de Atención a la Comunidad, hoy convertida en Secretaría de Prevención, oficina de la que dependía Auxilio UNAM, hoy transformada en Prevención UNAM.
A la Secretaría Administrativa corresponde la organización y supervisión del presupuesto, pero lo que ha sido revelado con la movilización estudiantil que enarbola las banderas de la violencia de género y la inseguridad, es que hay un expediente oculto de malversación de fondos y mal uso de los dineros universitarios. En casi todos los casos, además de esgrimir los discursos vinculados a la violencia de género y la inseguridad, los jóvenes sostienen que resulta contradictorio y oprobioso que en las instalaciones se les niegue insumos mínimos para talleres, clases o actividades culturales cuando en una rápida revisión en http://www.transparencia.unam.mx/#gestion/inventarios hay gastos que por lo menos resultan dudosos: escaleras de 50,222 pesos; ceniceros de 4,992 pesos; switchs de 153,059 pesos; aspiradoras de 15,080 pesos; sopladoras (sic) de 27,642 pesos o lap-tops de hasta 50,660 pesos. Expediente aparte es el tema del narcotráfico en las instalaciones universitarias.
Aprovechando la legal y legítima movilización de las jóvenes por revertir la violencia de género, la “aristocracia dorada” que ve amenazados sus intereses, ha decidido darle un empujón al proceso de desestabilización e intenta derrocar al Dr. Graue por su política de renovación y ajuste. En efecto, hay mano negra como ha dicho el Presidente López Obrador, pero esa mano tiene el guante dentro de la Universidad.
No es sorpresa que, en los últimos días, la mayoría de la toma de planteles e instalaciones universitarias se haya realizado con la omisión o complacencia de las autoridades de las escuelas, a pesar de que contaban con la información de que las tomas se llevarían a cabo, y en otros casos, aunque las asambleas estudiantiles rechazaron la paralización de las actividades, los colectivos han decidido imponer su minoría a la fuerza, como es el caso de las Prepas 8 y 9.
Es un hecho que existe una lucha de poder en la UNAM, cuando los médicos De la Fuente y Graue han decidido caminar de la mano con el Pdte. López Obrador y la 4T. La resistencia proviene de la corriente del ex Rector José Narro, quien asociado a ex priístas, ex panistas y ex perredistas, construyen Futuro 21, y necesitan “gasolina” para concretar tal esfuerzo. Cuentan que, en algún momento, el Dr. Narro recriminó al Dr. Graue que tuviera mayores muestras de amistad con el ahora Embajador de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, a lo que Graue habría respondido: “Amigos somos los tres, pero Juan Ramón es como mi hermano”.
No es sorpresa entonces que, Facultades combativas como Derecho, Economía, Ingeniería y la FES- Acatlán, en esta coyuntura se encuentren línea con la mancuerna Graue- De la Fuente. El Consejo Universitario ha decidido que la violencia de género sea causa grave de responsabilidad, lo que tendría que amainar las movilizaciones y privilegiar el diálogo. Sin embargo, la intención y el interés de los conjuradores, no es ni la violencia de género ni la inseguridad, sino mantener privilegios y cotos de poder.
De la libreta
a) Horas complicadas vive la Octava de Grupo Radio Centro. A pesar de su lealtad declarada al Presidente López Obrador, ni gobierno ni anunciantes responden a su oferta informativa. Desde adentro ha trascendido que la renuncia de Julio Astillero a la Dirección Editorial es el resultado de una serie combinada de dificultades técnicas, de operación, producción, financieras y editoriales. “Es un proyecto sin pies ni cabeza”. Señalan que hay recortes de personal y están trabajando con lo mínimo indispensable. Sobre la confrontación Astillero- Serrano, quien salió de la empresa, aseguran que el youtubero estaba haciendo “negocio por fuera”, y eso desató el enojo de los Aguirre y del anterior Director Editorial. Ya veremos.
b) Hablando de medios, me cuentan que La Jornada está pateando el pesebre. En el contexto de la conjura en el campus universitario, ha dejado de ser un medio “amigo” y se ha transformado en atizador de la Rectoría. Aseguran en la Torre, que no están dispuestos a ceder a la exigencia del medio de “izquierda”, de obtener mayores recursos por publicidad, “quieren más dinero que las televisoras”.
c) En su medición periódica, Consulta Mitofsky muestra el Top 5 de los gobernadores mejor calificados e incluya en primer lugar, al panista Mauricio Vila, Gobernador de Yucatán; le sigue el priísta Quirino Ordaz, Gobernador de Sinaloa, quien ha salido bien librado del “jueves negro” de Culiacán; en tercer posición aparece, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, de Morena; en cuarto lugar se ubica el panista, Carlos Mendoza, Gobernador de Baja California Sur, y en quinto se encuentra el Gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, de Morena.