El tema es preocupante.
Las redes sociales, benditas para el Presidente, han aumentado la vulnerabilidad del Gobierno de la Ciudad de México.
Un Gobierno caótico que tiene lo peor en casa, que no puede saltar por encima de su sombra y lo cubre la negra sombra de la corrupción.
Estamos viendo como está creciendo la apatía en la ciudad ante un Gobierno que pierde el hilo de su discurso y se aleja de la realidad.
Se han despistado, se repiten y exageran.
Hay temas en los que el Gobierno de la ciudad le incomoda ir más allá.
Pareciera que no le van a entrar para no afectar.
La batalla no solamente está en las calles, la guerra es interna.
Gobernar es muy distinto a estar al frente de una delegación, hoy alcaldía y siempre, siempre van a encontrar a un rival más difícil.
No es que el comienzo del año fuera mucho mejor, pero ha decidido complicarse la vida y se debilita.
Medidas que demuestran falta de seriedad, incumplimiento de la palabra e instituciones públicas dirigidas por amigos o amigas, no son el remedio de todos los males que tiene la Ciudad de México.
Mucho menos con informes que para ellos significan altas y bajas, pero que no quedan en el olvido de miles de ciudadanos afectados.
Las estadísticas más recientes del Gobierno de la Ciudad de México, que corresponden al último trimestre del año, dadas a conocer por la Fiscalía General de Justicia, dicen que el delito que más afectó en la Ciudad de México fue el robo a transeúntes en 11 alcaldías en 2019.
De acuerdo a la Fiscalía son 15 colonias en las que más denunciaron este ilícito el año pasado.
La fiscal Ernestina Godoy dijo que este delito es de los que más preocupan y resaltó que reforzarán las investigaciones con mil agentes de la Policía de Investigación y apoyarán en la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Guardia Nacional, para abatir el rezago de órdenes de aprehensión.
Con este tipo de informes no veo cómo el Gobierno de la Ciudad de México pueda ofrecer estabilidad social y política.
Se necesitan funcionarios más capaces, menos politizados y sobre todo que no nos echen la culpa de sus fracasos.
Hoy la Jefa de Gobierno y su equipo de trabajo se ponen cualquier saco con tal de gobernar, pero no para mantener el orden.
En las calles de esta ciudad los delincuentes siguen usando motocicletas y motonetas para cometer robos en todas sus modalidades, seguimos padeciendo homicidios dolosos, feminicidios, robos a conductores en sus propios automóviles, robos de vehículos, robo a negocios con violencia y más.
Ante esto los planes del Gobierno de la ciudad están hipotecados en tantas cosas que no son necesarias.
El aire está rebelde y sin dirección fija.