Muchos se preguntan del porqué de la fortaleza que registra el peso mexicano desde agosto de 2019 a la fecha, que se ha apreciado casi un 8.0% y ha pasado desde $20.15 a $18.55 que registra actualmente en el mercado interbancario.

Existen inversionistas que tienen “desconfianza” del rumbo de la economía mexicana derivada de la falta de confianza hacia la “inversión y consumo”, y han preferido tomar algunas coberturas ligadas al tipo de cambio, pero que al final, el rendimiento registrado en sus portafolios, ha tenido un “costo de oportunidad” entre la apreciación cambiaria del peso y el costo de no invertir en la tasa de interés en nuestro país.

Desde mediados de 2019, la FED “modificó” su visión sobre la evolución de su economía, los riesgos generados por el proteccionismo comercial en su momento, y la desaceleración global liderada por China. En aquel momento, dejó el techo de la tasa de interés en 2.5% anual “argumentando un freno temporal” dentro de su política monetaria restrictiva. Inclusive decidió tres movimientos de baja posteriores hasta niveles de 1.75% anual en que se ubica actualmente.

En aquel momento, el diferencial de tasas de interés de México y Estados Unidos tocó un máximo de 575 puntos base, es decir, 3.3 veces superior la tasa de referencia de nuestro país. Por ello, Banxico empezó a mostrar una política “acomodaticia muy gradual” y el año pasado, decidió ajustar cuatro veces la tasa de referencia pasando de 8.25% a 7.25% anual con la que concluyó el 2019. El ajuste en 100 puntos base, significó pagar 4.1 veces la tasa americana.

Actualmente, la FED mantiene su tasa de referencia en 1.75% y el Banxico la ajustó recientemente a 7.00%, que significa un spread de 525 puntos base y cuatro veces la tasa americana. Aun así, el spread es “alto” todavía.

Banxico considera riesgos a la baja en la economía mundial y en la economía mexicana. Inclusive, en su informe Trimestral de Inflación que dará a conocer próximamente, es muy probable que ajuste la expectativa de crecimiento económico 2020 a un promedio estimado de 1.0% anual, respecto a 1.3% último e incrementará un poco el estimado de inflación dentro de su zona objetivo 3% +/- 1%.

Desde septiembre pasado, la FED ha venido inyectando una liquidez importante al mercado de Repos, ayudando a equilibrar el balance de los bancos a través de préstamos de corto plazo. Esta inyección continuará hasta el mes de abril próximo al menos. Al día de hoy, la curva de bonos del tesoro a 3 meses vs 5 años se mantiene “invertida” al pagar 1.57% contra 1.42% anual respectivamente, 15 puntos base de diferencia. Significa, que la FED no ha podido terminar de “ordenar” el mercado. El coronavirus parece ser “otro elemento” de riesgo que mantendrá “bajas las tasas de interés” y por lo tanto, Banxico, tendría espacio gradual para ajustar la tasa de referencia en México, dejarla en 500 puntos base de spread y aun así, la tasa de México pagaría 3.9 veces la tasa americana.

A pesar de que la expectativa de crecimiento de nuestra economía para 2020 ronda el 1.0% anual, mientras el gobierno federal mantenga en control el déficit fiscal, la deuda / PIB y el déficit de la cuenta corriente por debajo de 2.0%, sumado a una FED que siga “manteniendo tasas de interés bajas”, el PESO MEXICANO seguirá fuerte.

Técnicamente, el peso mexicano tiene una zona relevante en $18.42 o en $18.30. Si rompe este nivel a la baja, su apreciación podría ser mayor. En la parte alta, parece que la zona de $19.00 – $19.10 puede ser un techo fuerte en momentos de aumento en la volatilidad.

                                                                                                                                          @1ahuerta