Washington.- La Oficina estadounidense del Censo prevé gastar alrededor de 500 millones de dólares para disipar entre grupos latinos, asiáticos y afroamericanos, entre otros, el temor de que su información sea objeto de un mal uso.
Los temores fueron despertados por la pretensión, ya descartada, de la administración Trump para incluir una pregunta sobre la ciudadanía, pero que a pesar de su eliminación sigue creando preocupación.
Los fondos se emplearán en anuncios de televisión, medios impresos así como digitales, con el objetivo de que la participación en el próximo censo en este país no sea afectada, pues de su información depende la canalización de fondos federales por la siguiente década.
Para los anuncios hacia los latinos se usará el español y se subrayará la seguridad hacia la información que se recabe, incluidas las ciudades llamadas santuario, donde se da protección a los inmigrantes.
Se enfatizará que cualquiera, incluidos recién llegados a Estados Unidos, es elegible para responder las preguntas censales.
Algunos abogados expertos en migración apuntan a lo que ven como debilidad de la campaña, pues si bien se menciona la confidencialidad, no se cita que la pregunta sobre la ciudadanía estará ausente, señala el sitio especializado Politico.
La campaña durará cinco meses e incluye mensajes por 50 millones de dólares (mdd) para la población latina, 40 mdd para africamericanos y 20 mdd para los de origen asiático.
fahl