Algunas ausencias han sido notables en estos días de trueno.
La de la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), María del Rosario Piedra Ibarra, la de la presidenta honoraria del DIF, Beatriz Gutiérrez Müller, la de la directora del mismo sistema, María del Rocío García Pérez y la de Nadine Gasman, directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
En teoría, todas estas funcionarias tendrían algo que hacer y que decir ante la ola de feminicidios que padece el país.
Pero no lo han hecho, no se sabe si por órdenes superiores o simplemente porque el problema las ha rebasado.
No es que las instituciones que presiden estas funcionarias tengan la varita mágica para resolver la crisis.
Pero entre sus facultades está la de brindar asesoría y seguimiento a los casos de violencia doméstica e infantil, realizar programas de prevención de la violencia de género y, en último caso, brindar ayuda psicológica, legal, económica y refugio temporal para las mujeres víctimas de abuso.
¿Qué ha pasado con estas dependencias? ¿Dónde están los programas, los refugios, las asistencias? ¿Dónde las estadísticas que demuestren que su función tiene impacto real en la sociedad?
Si no actúan por falta de presupuesto, no las vemos protestando por ello y exigiendo más recursos.
Si no lo hacen porque no hay una estrategia conjunta, entonces el Gobierno federal deberá reorganizar esas dependencias para que tengan programas en común tanto de prevención como de intervención.
Su trabajo en la prevención debía ser fundamental; pero no se ve, como sí se veía en otros años.
¿Dónde están los programas de integración familiar, eso que de cuando en cuando publicitaba el DIF?
Las instituciones que debieran ser el brazo principal del humanismo gubernamental, están desaparecidas.
Quizá haya que publicar una Alerta Amber para hallarlas.
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El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, debe estar pasando aceite aún por el regaño presidencial que recibió.
Como sabe, el domingo pasado la policía del estado desalojó un plantón en el que participaban padres de algunos de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, porque bloqueaban una importante vialidad.
Hubo gases lacrimógenos, pedradas, palos y, como resultado del desalojo, un estudiante de la normal rural chiapaneca resultó con fractura de cráneo.
López Obrador dijo en su conferencia mañanera que “fue un abuso de autoridad que debe ser investigado y castigado’’ y dos diputados de Guerrero, Rubén Cayetano e Idalia Reyes Miguel, pidieron la renuncia de Escandón y la creación de una investigación de los hechos.
El gobernador ha hecho mutis.
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El que se pensaba líder sindical de la 4T, Pedro Haces, canceló su participación en un foro sobre outsourcing que se realizó en San Lázaro, luego de que se recordarán algunos pasajes legales de su historia como dirigente.
Bueno, el líder conocido como “Don Bull’’ resultó tan apabullado después de su priista acto, que hasta su enemigo Napoleón Gómez Urrutia, tan reacio a la prensa ¡ofreció una conferencia de prensa! nomás para descalificarlo.
Así las cosas, López Obrador seguirá buscando entre los dirigentes sindicales quién representará al Gobierno del cambio en las relaciones laborales.
A ver si no termina mirando nuevamente a la CTM, que el próximo día 24 de este mes cumple 84 años de su fundación y el Presidente ya dijo que irá al evento.
A ver si no se le aparece el espectro de los cinco lobitos, incluido Fidel Velázquez.
LEG