El Lago de Cuitzeo, con 400 kilómetros cuadrados es el segundo más grande de México después del de Chapala, enfrenta una de sus peores crisis ambientales que ponen en riesgo su sustentabilidad. Casi la mitad de su superficie se encuentra seca, desértica, y el cuerpo de agua diariamente es contaminado por descargas urbanas del drenaje y por residuos de las industrias (químicas, porcícolas y de papel) asentadas cerca de lo que fue una riqueza pesquera de la cultura purépecha.
La cuenca de este lago la conforman 27 municipios, 22 corresponden al estado de Michoacán y cinco del estado Guanajuato, y no poseen un sistema integral de tratamiento de aguas residuales por lo que éstas tienen como destino el cuerpo de agua, del que dependen más de 200 mil personas por la pesca, turismo, agricultura y ganadería.
Además, la deforestación en esta región es otro de los fenómenos que no sólo acelera la erosión de suelo, sino que impacta severamente a los ecosistemas y altera el clima. Todos los días hay tolvaneras que vulneran la salud de niños y adultos mayores, principalmente. De acuerdo con el Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán 2015-2021, la entidad ocupa el cuarto lugar a nivel nacional por suelos erosionados con una tasa de deforestación anual de 66 mil 700 hectáreas por actividades agrícolas y ganaderas.
El problema es de décadas y se ha agudizado por la falta de planeación urbana y por la tolerancia de las instituciones de los diferentes ámbitos de Gobierno de permitir el avance del ecocidio silencioso.
Ante esta situación el Consejo Consultivo del Agua, A.C., que preside Víctor Lichtinger Waisman (también ex titular de la Semarnat 2000-2003), lanzó en junio del año pasado el proyecto ITSÏ (que significa agua en purépecha), mediante el cual buscan combinar el arte y la cultura para impulsar un proyecto integral de desarrollo sustentable para lograr la rehabilitación del Lago de Cuitzeo.
“Nuestra convocatoria es una llamada de alerta, y hemos convocado a 32 escultores de los más importantes de México para que desarrollen igual número de piezas escultóricas monumentales, y con ello generar conciencia en la sociedad sobre el cuidado del agua, así como para transformar los hábitos de los pobladores de la zona del Lago de Cuitzeo”, me comenta Lichtinger.
El diseño de las esculturas ya quedaron plasmadas en 32 maquetas, con la dirección del artista Eloy Tarcisio, y entre los escultores se encuentran Gabriel Macotela, Miguel Peraza, Hersúa, Jesús Mayagoitia, Vicente Rojo, entre otros. Los artistas ahora buscan los patrocinios de la iniciativa privada para desarrollar las obras, y a la fecha ya se sumaron Compromiso Social Citibanamex y la empresa FEMSA.
La intención es colocar cada una de las esculturas monumentales alrededor de la ribera del lago.
Junto con esta acción artística también han convocado a las autoridades de los Gobiernos federal, estatales y municipales para impulsar el saneamiento general del lago, ordenar el desarrollo urbano, reforestar la zona, tratar toda el agua residual y aplicar una política de sustentabilidad en la región, la cual deberá ser medida por indicadores específicos que se hayan diseñado para tal efecto.
Lichtinger está consciente de que el proyecto es a largo plazo, y prevé que la rehabilitación se logre en 10 años y con ello detonar un polo turístico y pesquero a casi 3 horas de la Ciudad de México.
“En este proyecto está el liderazgo de la sociedad civil”, reafirma Lichtinger.
Mientras, este jueves 20 de febrero se expondrán las 32 maquetas de las esculturas en el Centro Cultural Clavijero, en la ciudad de Morelia. Después serán exhibidas en León, Toluca, Guadalajara y Querétaro, y cerrarán el ciclo de exposiciones en el propio Lago de Cuitzeo.
Sin duda se trata de un esfuerzo ambiental de gran escala que fomentará el desarrollo incluyente y sustentable. Ojalá el ejemplo se retome en otros lagos y ríos del país. Hoy la lección la brinda la sociedad civil.
@Habitat_ARamos