El tabaco es uno de los productos más nocivos que existen para el ser humano. Es, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la principal causa de mortalidad evitable a nivel mundial. Es también una industria que genera miles de millones de dólares de ganancias y, por esa misma razón, un influyente lobby a nivel global.

 

Muchos han sido los esfuerzos desplegados desde Gobiernos y organismos internacionales para incidir en la reducción del consumo de este producto. Diversas alternativas han surgido para evitar un incremento en el uso de esta sustancia, una de ellas la aparición de los cigarros electrónicos y sistemas de vapeo, que irrumpieron hace poco tiempo en el mercado.

 

Sin previa consulta y un debate informado, el Gobierno mexicano tomó la decisión de acabar con la importación de los dispositivos electrónicos de sustitución del cigarro. Mediante un decreto presidencial publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Federación, justo el día en el que se llevaba a cabo un foro convocado por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados sobre la regulación de estos nuevos productos, se adoptó esta controvertida medida, que, hoy, no se sabe si tendrá resultados óptimos.

 

Del cigarro electrónico hay información que se contradice. Existen versiones que estos dispositivos podrían tener hasta menos del 90% de las sustancias con las que cuenta un cigarro tradicional y que, por ello, es mucho menos dañina. Los defensores de esta alternativa sostienen que en Gran Bretaña se ha reducido el consumo de tabaco hasta en un 20% en los últimos cinco años justamente por la aparición de los dispositivos.

 

Los detractores del cigarro electrónico sostienen que contienen sustancias altamente adictivas, con soluciones y mezclas disueltas en activos como propilenglicol y glicerina, que representan un grave riesgo para el corazón y los pulmones.

 

La determinación del Gobierno mexicano de suspender la importación de cigarrillos electrónicos no está acompañada de una política pública para evitar el consumo del tabaco, un producto al que, sin duda alguna, regresarán los al menos 5 millones de personas que consumen cigarrillos electrónicos a nivel nacional, según cálculos del Instituto Nacional de Salud Pública.

 

Para erradicar o al menos reducir de manera considerable el consumo de tabaco hará falta un profundo trabajo de Gobiernos centrales, organismos y expertos en salud. Sin embargo, no habrá esfuerzo que llegue a buen puerto si no existe la firme voluntad de abandonar el uso de este producto y sus alternativas por parte de quienes, de una forma u otra, lo hemos adoptado en algún momento de la vida. Ahí radica nuestra responsabilidad como sociedad.

 

Segundo tercio. Buenas noticias para el sector automotriz mexicano. Nuestro país se convirtió en 2019 en el segundo proveedor de autos para el mercado estadounidense. Las exportaciones tuvieron un valor de 38 mil 58 millones de dólares, un aumento de 8.1%. Canadá registró ventas por 37 mil 819 mdd.

 

Tercer tercio. Culminó con éxito la Temporada Grande en la Plaza México sin que los movimientos prohibicionistas lograran su cometido.

                                                                                                                                          @EdelRio70