Se estima que al menos 900 mil pangolínes han sido traficados en todo el mundo en las últimas dos décadas, reveló la ONG Traffic.
De acuerdo con el organismo, este mamífero, considerado como probable transmisor intermedio del Covid-19, es de los más cazados en el mundo, pues sus escamas son usadas por la medicina tradicional asiática, en la gastronomía de la región y como supuesto complemento afrodísiaco.
Aunque se han incluido en las especies en peligro de extinción, más de 96 mil kilogramos de sus escamas han sido incautadas en Malasia, Singapur, y Vietnam, sólo entre 2017 y 2019.
En diciembre de 2019, las aduanas chinas confiscaron 10 toneladas de escamas de pangolín en Wenzhou, Zhejiang, lo que indica que uno de los principales destinos de contrabando sigue siendo China, reportó la agencia china Xinhua.
Como la epidemia del Covid-19 surgió en invierno y los murciélagos hibernan, tenían pocas posibilidades de infectar directamente a las personas, por lo que existe la posibilidad de que usaran a los pangolines como huésped intermedio.
Traffic explica que parte de su extinción se debe a que se reproducen de forma lenta, al tener de uno a tres crías cada dos años.
PAL