Una cumbre de dos días destinada a acordar el plan de financiamiento a largo plazo de la Unión Europea (UE), el primero tras la salida del Reino Unido, finalizó este viernes sin acuerdo.
“Lamentablemente, no es posible llegar a un acuerdo… necesitamos más tiempo, es un tema muy difícil, especialmente tras el Brexit y la brecha que queda, de entre 60 y 75 mil millones de euros (unos 80 mil millones de dólares)”, dijo Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en una conferencia de prensa posterior a la cumbre.
En suma, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo “esto es una democracia, tenemos 27 miembros con sus propios intereses cada uno… necesitamos consultas informales en los próximos días sobre lo que es realista”.
La discusión ha mostrado dos posiciones divididas con cuatro de las naciones europeas, que tienen un Producto Interno Bruto por encima de la media (Países Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca); y los 17 de Cohesión, que reclaman fondos estructurales en el mismo nivel en el que están.
“Mientras unos golpean las compuertas, nosotros estamos calentitos dentro con nuestra estufita y manteniendo (el gasto en) el 1 por ciento”, expresó el primer ministro holandés, Mark Rutte, la víspera al diario El País.
En contraste, el presidente español, Pedro Sánchez, reconoció un resultado “insuficiente, pero confiamos en tener nuevas reuniones las próximas semanas”.
“La propuesta era decepcionante en términos de volumen, del presupuesto en su conjunto. Entendíamos que la propuesta tenía que partir de la base del Parlamento y la Comisión. Por ello no estábamos satisfechos de partida”, refirió Sánchez a los pocos fondos que le quieren otorgar a su país.
El mandatario español pidió “ser pacientes”, porque la negociación es compleja y no va a dar frutos pronto…tenemos posiciones alejadas,”, añadió.
Esta cumbre marcó el primer fracaso de la renovada cúpula comunitaria, ocupada desde diciembre pasado por Michel y Von der Leyen.
tfa