Columbia.- La reciente polémica sobre las declaraciones del precandidato Bernie Sanders sobre ciertas políticas del gobierno cubano se hizo presente durante el décimo debate entre aspirantes a la candidatura presidencial demócrata de Estados Unidos que se realizó esta noche aquí.
El senador de Vermont fue cuestionado por haber reconocido el sistema de salud impulsado por el gobierno de Cuba, un país que históricamente ha sido bloqueado por Estados Unidos. Los moderadores del debate le preguntaron si “pueden los estadounidenses confiar en que un socialista demócrata no dará pase libre a dictadores”.
Sanders defendió su postura. En primer lugar, dijo que es necesario ser honestos con el hecho de que Estados Unidos ha derrocado a gobiernos en todo el mundo y que él solo dijo que el gobierno de Cuba había tenido políticas efectivas en materia de salud.
Por su parte, Joe Biden atacó al precandidato que lidera las preferencias diciendo que el gobierno de Barack Obama, del cual Biden fue vicepresidente, nunca dijo que el gobierno de Cuba hizo algo bien. El ex alcalde Pete Buttigieg también se fue contra las declaraciones que Sanders hizo el domingo.
Bernie Sanders se defendió al expresar que es claro en condenar el autoritarismo, pero que eso no está peleado con decir que, en ocasiones, los gobiernos hacen algo bien.
El último debate antes del supermartes, el día con el mayor número de entidades de Estados Unidos en elecciones primarias, concluyó con una pregunta personal a los candidatos sobre cuál consideran que es la idea equivocada que se tiene sobre ellos y cuál es su lema de vida.
Sanders respondió a este cuestionamiento, a propósito de lo debatido, que es errado creer que sus ideas son radicales, pues en realidad ocurren en muchos países.
fahl