Los sospechosos del asesinato de la menor Fátima permanecen bajo estrictas medidas de seguridad para evitar que personas ajenas se acerquen a ellos y les causen daño.
Gladys Giovana “N”, en el penal femenil de Santa Matha Acatitla, y Mario Alberto “N”, en el Reclusorio Oriente, son custodiados y monitoreados las 24 horas del día, por el riesgo de ser víctimas de alguna venganza o agresión directa.
Gladys Giovana “N” y Mario Alberto “N” son señalados por el secuestro y asesinato de la niña de 7 años que fue encontrada sin vida dentro de una bolsa en calles de la alcaldía Tláhuac.
A su ingreso en los respectivos centros de reclusión, ambos habrían recibido amenazas por parte de otros reclusos, quienes les dijeron que les harían pagar lo hecho a la menor.
Por ello se establecieron medidas para garantizar su seguridad, entre ellas, se indicó que el personal de custodia no tiene comunicación con los detenidos.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF) giró medidas de salvaguarda a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario.
La pareja fue puesta en zonas de acceso y tránsito restringido, con vigilancia y monitoreo de cámaras las 24 horas del día; además, personal de seguridad mantienen presencia en el sitio y están atentos todo el tiempo a sus movimientos.
Asimismo, se informó que se lleva una bitácora de registro estricta, para el control de visitas por parte de familiares y de la defensoría.
Mario Alberto “N” y Gladys Giovana “N” no forman parte de la población penitenciaria, por lo que no tienen contacto alguno con otros internos, sus actividades están restringidas y fueron ubicados en espacios distantes al resto de los reos.
Aunado a ello, autoridades consultadas por medios aseguraron que es prácticamente imposible que se genere un abuso por parte del personal penitenciario, ya que todos los movimientos de los custodios son monitoreados y se tiene un registro pormenorizado de lo que hacen.
Con información de MVS
fahl