La construcción de una tercera pista de aterrizaje en el aeropuerto internacional de Heathrow, en esta capital, será detenida después de que un grupo de activistas medioambientales impusieron una demanda motivada en las implicaciones de la obra.
Esta decisión fue tomada en la corte después de que se alegara que la construcción tenía miras económicas, pero ignoraba el plan del gobierno para que en el año 2050 Inglaterra fuera un país cero emisiones, informó The Guardian.
El gobierno de Boris Johnson notificó que no apelaría esta decisión, en voz del secretario de Transportes Hon Grant. Ahora el gobierno inglés tiene dos opciones, abandonar del todo el proyecto o proponer uno que implique considerar los nuevos reglamentos para proteger el medio ambiente, a los que se comprometieron de forma interna y con el pacto de París.
Las autoridades del aeropuerto, junto con sus consejeros legales, aseguraron que sin la expansión del aeropuerto sería imposible darle un impulso a Gran Bretaña.
El proyecto se votó en 2018, antes de que este gobierno empezara su cargo, con 415 votos a favor y 119 en contra en la cámara. Durante la votación los empresarios del país celebraron los resultados, ya que esta nueva pista “abriría las puertas de Inglaterra” al comercio global.
Boris Johnson se posicionó en contra durante estos debates, cuando iniciaron en 2015. Este aeropuerto es uno de los que tienen más tráfico aéreo en el año, con un promedio de 80 millones de pasajeros, por lo que una nueva pista traería en promedio 700 vuelos más al día, lo que también elevaría las emisiones de carbono de la nación.
DAMG