Por: Karina Aguilar, Gustavo Cuevas y Angélica Rivera 

Al menos nueve mexicanos que se encuentran como pasajeros del crucero MSC Meraviglia –que hasta el cierre de esta edición permanecía atracado en la playa de Cozumel– se encuentran preocupados y demandaron al gobierno mexicano permitirles su desembarque.

En entrevista con 24 HORAS, Ferida Jasqui, externó su inquietud y la de dos de sus acompañantes, por seguir en el barco, pues ya no quieren viajar a Miami, donde el próximo domingo concluía el viaje.

“Quiero bajar ya a mi país”, dijo, pues para el cuidado de su salud requiere tomar medicamentos y sólo empacó la dosis exacta para ocho días que duraba el crucero.

Señaló que a pesar de que la vida de fiesta y recreación sigue sin restricción alguna en su interior, los pasajeros comienzan a ponerse nerviosos y agresivos, ante lo cual, la empresa propietaria del barco, ha ofrecido apoyos de 100 y 200 dólares por pasajero, además de un reembolso de 7% del total del viaje, por la pérdida de reservaciones y vuelos de los pasajeros no pudieron ejercer luego de que se les negara el desembarque en Jamaica e Isla Caimán.

En tanto, Regina Videgaray contó a este diario que salieron de Miami (Estados Unidos) el domingo pasado y desde ese día “nos pasaron por cámaras que detectan la temperatura de las personas y nos hicieron contestar un cuestionario sobre el coronavirus”.

“Todo este tiempo han tomado medidas… siempre afuera de los restaurantes hay una señorita que te da gel antibacterial, pero me he dado cuenta de que muchas de las personas realmente no hacen caso”, manifestó.

La joven originaria de León, Guanajuato, también comentó que en la embarcación “ hay varios italianos, muchos niños; e incluso un señor viaja con su esposa que está embarazada y son chilenos. Están preocupados por no saber qué hacer”.

En un video enviado a través de WhatsApp, se observa a los pasajeros del crucero deambular por los pasillos “inquietos”, pues aunque “un mesero nos dijo que al filipino –que tiene influenza– lo aislaron, no tenemos la certeza de eso”.

Videgaray –quien viaja con sus papás y hermano– contó que se enteraron de la situación a través de las bocinas instaladas en el barco: “El mismo capitán fue el que dijo, pusieron las bocinas en el crucero y dieron el aviso que autoridades de Jamaica no dejaron desembarcar porque un tripulante filipino tiene influenza tipo A, no es una situación para alarmarse, pero no nos dejaron bajar, y fue ahí que nos dieron el dinero”.

Por otra parte, Elias, hijo de Jasqui, hizo llegar por correo electrónico al canciller Marcelo Ebrard, en el que pide su intervención para que les permita bajar de la embarcación en territorio nacional, “toda vez que al ser personas de edad avanzada se requiere que sean protegidas por las autoridades mexicanas para salvaguardar su integridad y salud, así como sus derechos como ciudadanas mexicanas”.

LEG