Inspecciones federales al único centro de detención de Estados Unidos dedicado a los inmigrantes transgénero hallaron el año pasado miles de solicitudes de atención médica sin responder, procedimientos de cuarentena deficientes, pobre tratamiento para enfermedades mentales y otras crónicas, según reporteó Reuters.

 

Los detalles de las inspecciones a la unidad del Centro Correccional del Condado de Cibola en Nuevo México, que no habían sido informados previamente, están incluidos en reportes internos de equipos de salud del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) y la oficina de derechos civiles del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

 

Los problemas, que llevaron al traslado de todos los detenidos a otras instalaciones en enero, fueron descritos a Reuters por asesores legislativos que fueron informados sobre los documentos y hablaron bajo condición de anonimato.

 

Los reportes se conocen en momentos en que los demócratas en el Congreso acusan al ICE de no cumplir con los estándares de la agencia para el cuidado de inmigrantes transgénero detenidos.

 

April Grant, portavoz del ICE, no comentó directamente los detalles ofrecidos por los asesores legislativos, pero confirmó que un reporte de diciembre de 2019 por personal sanitario del ICE halló “varias deficiencias relacionadas con la atención médica” en el centro.

 

Entre los problemas citó que no se completaron órdenes de laboratorio ni se coordinó que los pacientes con VIH vieran a especialistas en enfermedades infecciosas dentro de los 30 días de su llegada. Agregó que muchos de esos problemas fueron abordados en diciembre, por ejemplo, al acelerar órdenes de laboratorio pendientes y educar al personal sobre las políticas médicas y los estándares de detención.

 

Las preocupaciones, sin embargo, llevaron al traslado de alrededor de una veintena de detenidos en la unidad de transgéneros, así como a otros reos con enfermedades crónicas en la población general. Cerca de la mitad fueron enviados a un centro en Aurora, Colorado, y el resto a uno en Tacoma, Washington, según detenidos transgénero, exdetenidos y sus abogados.

 

Algunos dijeron a Reuters que en Cibola los detenidos realizaron intentos desesperados por recibir una atención adecuada.

 

“Cada vez que nos sentíamos enfermos, el primer paso era presentar una solicitud, pero nunca respondían“, dijo Kelly Aguilar, una mujer transgénero de 23 años de Honduras que dijo que había estado detenida en Cibola durante dos años antes de ser transferida a Aurora.

 

“Cuando las personas tenían fiebre, dolores de cabeza, problemas estomacales, simplemente intentamos ayudarnos entre nosotros dando sorbos de agua o comprando píldoras en el economato, pero muchas veces no teníamos dinero”, agregó.

 

ICE no pudo comentar de inmediato los casos individuales descritos en esta historia.

 

Amanda Gilchrist, portavoz de CoreCivic Inc, la compañía privada de prisiones que opera Cibola y retiene a inmigrantes detenidos bajo un contrato con el ICE, dijo que la empresa estaba “comprometida a proporcionar un ambiente seguro para los detenidos transgénero“, incluida la capacitación del personal sobre prevención de abusos y acoso.

 

Los legisladores demócratas están presionando al ICE para que cumpla los estándares de detención de la agencia para inmigrantes transgénero establecidos en un memorando de 2015.

 

El memorando, firmado por el ex director del ICE Thomas Homan durante el gobierno de Barack Obama, ofrece protecciones tales como permitir que los inmigrantes sean alojados de acuerdo con su identidad de género (mujeres transgénero con otras mujeres, por ejemplo), así como tener acceso a terapia hormonal y cuidado de la salud mental.

 

Homan dijo a Reuters que resulta difícil hallar instalaciones dispuestas a modificar sus contratos para adoptar los estándares de atención transgénero. Actualmente ninguna lo ha hecho.

 

MFBG