El general Patricio Inchauste Rioja, destituido como Jefe del Ejército por la presidenta interina, Jeanine Añez, aceptó acatar la decisión de ser relevado en el cargo, pero negó haber tenido vínculos con el ex presidente Evo Morales en los últimos días.
“En ningún momento tendría contacto con miembros del anterior gobierno, más aún en esta situación. Si se hubiera producido esta situación, mi obligación era dar parte. Entonces yo manifiesto tácita y categóricamente que esa es una falacia”, manifestó el militar.
Además señaló que eso iría contra su honorabilidad como miembro del Ejército y que, aunque acataría la orden, buscaría explicaciones.
“Las órdenes no se discuten, se cumplen, no haré un reclamo, pero sí las consultas ante las instancias correspondientes para conocer eso, porque no se pueden regir en especulaciones que atentan a mi prestigio”, señaló.
El antiguo Jefe del Ejército participó en los eventos de noviembre de 2019 que desataron una crisis política en Bolivia y que tuvieron como consecuencia inmediata, la salida de Evo Morales del poder.
En ese entonces, Inchauste aseguró que en la toma de los edificios de gobierno y en el control de las movilizaciones de sectores sociales que apoyan al MAS, no hubo un excesivo uso de la fuerza, a pesar de que Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señaló que habían hecho uso de armas letales.
Inchauste, que apoyó a Jeanine Añez en la crisis política, fue el único militar que no resultó ratificado por Añez en un evento realizado el 4 de marzo. En su lugar designó a Rubén Salvatierra Fuentes.
ica