Foto: Reuters/Archivo La situación que vive Italia como uno de los países más afectados por la propagación del coronavirus, provocó el cierre de sus fronteras este lunes  

Como medida para evitar la propagación del coronavirus en, el partido de vuelta de los octavos de final de UEFA Champions League entre Barcelona y Nápoles, a disputarse el próximo 18 de marzo en el Camp Nou, se jugará a puerta cerrada.

A través de redes sociales, el club blaugrana dio a conocer este martes la determinación tomada, luego una reunión que miembros del Barça mantuvieron con la Generalidad de Cataluña en la sede del Departamento de Salud de la ciudad.

Joan Guix, secretario de salud de la Generalidad, explicó que el equipo tomó la medida en respuesta a el “aumentado exponencialmente”, de casos que se han confirmado.

“Esta es una decisión que el club ha asumido entendiendo que la situación sanitaria, no sólo del país sino del conjunto continente, es lo que prima y el club aplicará esta decisión con solidaridad con el conjunto de la ciudadanía de Catalunya. Por lo tanto, es una decisión que se ha tomado por motivos estrictamente sanitarios”, explicó.

La situación que vive Italia como uno de los países más afectados por la propagación del coronavirus, provocó el cierre de sus fronteras este lunes, además de la cancelación de todos los eventos deportivos, hechos que influyeron para que los catalanes optaran la medida, pues la presencia de aficionados italiano era un riesgo.

“El objetivo es reducir al máximo el número de infecciones y uno de los primeros elementos a tener en cuenta es evitar las aglomeraciones, mantener las distancias de seguridad y en este caso estaba el caso añadido de la procedencia, no sólo del equipo sino de todos los aficionados que podían venir con ellos y procedían de Italia, donde este lunes se cerraron las fronteras por un tema sanitario”, añadió.

 

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