Para este año, la banca tiene un fuerte compromiso por fortalecer la confianza de los usuarios, debido a que es un complemento del desarrollo de México. Es por ello que el director general de Banco Azteca, Alejandro Valenzuela, adelantó a 24 HORAS que como parte de la misión de dispersión de recursos en programas sociales, durante 2020 esta institución distribuirá cerca de 80 mil millones de pesos a poco más de ocho millones de personas en todo el país.

En entrevista previa a la 83 Convención Bancaria, el directivo detalló que, si bien al principio se tuvo una curva de aprendizaje en el arranque de dicho proyecto, el banco “se siente orgulloso” de formar parte de la iniciativa que nació el año pasado.

¿Cuáles son las medidas que adoptarán ustedes para este 2020 en la dispersión de recursos?

El Gobierno nos está pidiendo incrementar nuestro apoyo, este año vamos a otorgarle a poco más de ocho millones de mexicanos el apoyo nuevamente; trabajando con los jóvenes, con gente que tiene discapacidades y con gente de la tercera edad, principalmente. Vamos a pasar a colocar para ellos cerca de 80 mil millones de pesos; hay un crecimiento fenomenal, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado la instrucción de que él quiere llegar a alrededor de 28 millones de mexicanos que requieren este apoyo, eso implica una labor de logística y una labor de seguimiento muy fina.

En esa labor de inclusión financiera, ¿reforzarán alguna materia de canal digital o qué podemos esperar de eso?

Como banco hemos venido trabajando mucho en la parte digital, la banca en México y a nivel mundial se ha vuelto digital por una razón muy sencilla: es mucho más fácil transaccionar a través de un celular, que son mecanismos muy complejos que nos permiten hacer muchas cosas.

Requiere un periodo de aprendizaje y un periodo de confianza, mucha gente en nuestro país todavía tiene dificultades en accesar a estas tecnologías, tanto por costo, que se va abaratando todos los días, pero también muchas veces por la confianza.

Me parece que es una cuestión de tiempo, se va a ir resolviendo, y esto va a permitir que todos podamos tener dinero digital.

¿Cómo ganarse la confianza de los consumidores? Dado que se han presentado ataques en la banca o caídas en sistemas.

Ese es un tema que ciertamente es uno de los grandes desafíos que tenemos todos, el tema de la ciberseguridad es uno de los grandes problemas que el mundo digital va a enfrentar. Hemos visto ataques a varias entidades del Gobierno; el año pasado vimos que la banca y el Banco de México (Banxico) tuvieron un problema con el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), y esto es una nueva realidad. Hay gente que está dedicada las 24 horas del día en países europeos, asiáticos o sudamericanos para ver cómo vulneran los sistemas.
Entonces, parte de nuestro trabajo, de todos, es estar invirtiendo muchísimos recursos para generar la mayor seguridad. La realidad es que los ataques que se han tenido han sido muy esporádicos y al final de cuentas, si bien han generado una cierta disfunción del sistema, se ha tenido que trabajar en cámara lenta o parar un poquito el sistema; la realidad es que se han podido normalizar las cosas.
Pero es un llamado de atención permanente, y lo único que no se puede comprometer en lo que hagamos es la seguridad del usuario.

¿Cómo tener prosperidad en una era digital con desconfianza, un bajo crecimiento económico y factores que han obstaculizado?…

Son dos vertientes: buscar el entorno propicio para lograr mayor crecimiento, que es lo que ya habíamos comentado, la inversión; generar las condiciones para que el empresariado se aviente a llevar a cabo todos esos proyectos y todos esos temas que conllevan a generar actividad económica, riqueza, empleo, y más.
La era digital al final de cuentas es un complemento, pero también un motor para el desarrollo, es complemento porque permite hacer de manera mucho más sencilla y mucho más fácil todo tipo de transacciones.

¿Esas condiciones las ve usted en el sexenio?

Sí, sin duda las veo. Si bien hay una curva de aprendizaje, la era digital va a tomar muchas dimensiones, pero como en todo me parece que es natural que se den resistencias, en ocasiones del propio usuario o también del regulador. Va demasiado rápido el mundo y muchas veces el propio regulador no tiene los instrumentos para ir a la misma velocidad, eso también detiene un poco las cosas, por eso estoy convencido que nuestra capacidad de diálogo entre lo que somos los agentes privados y el gobierno tiene que estar en un punto donde la credibilidad y la confianza sumen y sumen para lograr los objetivos que nos estamos trazando.

El Cobro Digital (CoDi) que fue presentado como el producto estrella del año pasado, todavía no se pone en marcha como usted lo menciona, comercio a comercio. ¿Qué ha pasado?

Es natural, porque primero la gente tiene que entenderlo, hay que empujarlo e ir convenciendo. El CoDi ha tomado otra acción, vamos viendo que va generando más y más capacidades, pero seguramente llevará su tiempo, y no por mucho madrugar amanece más temprano. Lo fundamental es que el cliente que lo utiliza sea el principal promotor, ya no es una cosa que empujamos sino más bien es que los individuos que transaccionan con la banca se den cuenta que es la manera más eficiente o la más conveniente para hacerlo. Ellos van definiendo ese patrón de conducta y en ese momento ya se vuelve una forma más de operar de la banca.

Frase:
“Parte de nuestro trabajo es estar invirtiendo recursos para generar la mayor seguridad a clientes”

LEG