El presidente Donald Trump anunció que su país no recibirá vuelos procedentes de Europa, con excepción de Reino Unido, a partir del viernes y por los próximos 30 días para evitar la propagación del coronavirus.
El Salvador, país que no tiene un solo caso de Covid-19, anunció una cuarentena de 21 días en todo el país; no habrá clases y ni eventos multitudinarios, por precaución.
Italia, el segundo país con más casos de contagio y muerte por el virus, extendió la cuarentena a todo el país y ordenó el cierre de negocios, con excepción de bancos, farmacias y supermercados.
Los países Guatemala y Honduras extreman revisiones en sus aeropuertos para aquellos pasajeros que provienen de algún país de riesgo.
En México, el Gobierno se ha tomado de manera relajada el tema.
Los controles en los aeropuertos son bastante laxos, cuando los hay, y los vuelos provenientes de Corea, Italia, España, Francia y China siguen llegando sin restricciones.
Quizá eso se deba a que en el país se han detectado tan solo doce casos de coronavirus, ninguno de ellos mortal, y el Gobierno interpreta ese dato como suficiente para evitar tomar medidas más drásticas.
En la mayoría de países europeos se han cancelado los conciertos y partidos de futbol como una medida preventiva.
Aquí el tema ni siquiera es tema; todos los partidos de futbol del fin de semana se jugarán como siempre.
La pregunta es si el Gobierno tiene razón en no decretar medidas más radicales para evitar la propagación del virus que hasta ahora parece respetar a los mexicanos.
Hay quienes dicen que el Gobierno oculta cifras o quizá desconoce el número real de contagiados.
La aseveración es temeraria y quizá injusta, porque las benditas redes sociales ya hubieran dado cuenta de un número mayor de contagiados y no ha ocurrido.
El impacto que el virus ha tenido en los mercados financieros globales, es otro tema.
Pero en el tema de la salud pública, México ha tenido suerte, según los números oficiales.
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Finalmente hoy se reanudarán los trabajos en el Senado de la República luego de un acuerdo tomado con todas las bancadas.
El acuerdo contempla realizar un recorrido por las instalaciones del Senado en donde se colocaron los micrófonos de los que les contamos ayer.
Se van a quitar y se hará una revisión en los equipos de audio y televisión para saber si efectivamente jamás se grabó alguna conversación de las fracciones partidistas.
Todas las bancadas acordaron esperar el informe final de la Fiscalía General de la República para emitir una opinión.
Hoy por lo pronto se reanudan los trabajos, cosa que urgía por la cantidad de pendientes que tienen los senadores, entre ellos el dictamen sobre el outsourcing y el uso lúcido de la mariguana.
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Hoy también se aprobará en la Cámara de Diputados la reforma a la ley con la que se incluye la figura del sorteo para la enajenación de bienes públicos.
En castellano quiere decir que se concretará la modificación legal necesaria para validar la rifa-no rifa del avión presidencial.
Por cierto parece que la venta al púbico en general de boletos del sorteo de 2,000 millones de pesos va bien, sin contabilizar aún los boletos que se comprometieron comprar los magnates mexicanos.
Pero la rifa -no la compra millonaria de un tamal de chipilín-, ya tendrá su marco legal para lo que se ofrezca.
LEG