El Ministerio de Comercio informó que a partir del 15 de marzo se castigará a quienes lucren con la reventa de cubrebocas con un año de cárcel y multas de 9 mil 800 dólares, para evitar la escasez de estos artículos.
Destacó que la medida busca evitar que personas quieran vender a un sobreprecio dichos productos, por lo que su reventa a un precio menor o con base en el precio establecido estará permita aún cuando la medida entre en vigor.
El ministerio subrayó que la medida no impide que las mascarillas puedan ser distribuidas entre amigos o familiares, sino que se busca que “el consumidor promedio pueda obtener las mascarillas, ante el creciente aumento de casos de Covid-19”.
Aseguró que el gobierno analiza agregar a la medida productos como desinfectantes y pañales, aunque solo ocurriría si se presentara una escasez o un aumento elevado de la demanda; la nueva regla será levantada una vez que la sobredemanda de los tapabocas vuelva a la normalidad, aseguró.
The Japan Times destacó que el Ministerio de Comercio había pedido ya a las empresas de ventas electrónicas que suspendieran temporalmente las subastas en línea de máscaras faciales a partir del 14 de marzo, para evitar la reventa a sobreprecio de dichos productos.
El diario japonés apuntó que los fabricantes han luchado por satisfacer el repentino aumento de la demanda de estos artículos; sin embargo, en el país aún se ven estantes sin mascarillas faciales en las farmacias y supermercados.
Por su parte, el primer ministro, Shinzo Abe, ha prometido aumentar el suministro de cubrebocas en el país, proporcionando mensualmente 600 millones, principalmente en hospitales y centros de enfermería.
PAL