Aunque se desconoce el origen de enfermedades como el Covid-19, la única certeza es que en el origen está en el comercio a menudo ilegal de animales salvajes vivos y en partes, señaló un reporte del Fondo Mundial para la Naturaleza, (WWF por sus siglas en inglés).
“Esta práctica es un vehículo para las zoonosis antiguas y nuevas, además aumenta el riesgo de pandemias que pueden tener enormes impactos sociales, económicos y sociales en todas las comunidades involucradas”, apuntó.
La OMS ha identificado el nombre de Covid-19, mientras que la Comisión Internacional de Taxonomía de Virus asignado al virus el nombre definitivo SARS-CoV-2 (Síndrome Respiratorio Agudo Grave-Coronavirus 2).
Investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China, señalan que los pangolines, pequeños mamíferos insectívoros, cuyas ocho especies existentes están en riesgo de extinción según Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC), pudieron facilitar la propagación del nuevo coronavirus.
WWF puntualizó que los pangolines son los animales “más contrabandeados del mundo debido a creencias infundadas sobre los poderes curativos de sus escamas, pero también para su carne”.
Refirió que otra investigación realizada por un equipo de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma sugiere que el origen de la pandemia son los murciélagos vendidos vivos y sacrificados en mercados chinos, desde los cuales se habría transmitido de animal a hombre y luego al sistema respiratorio entre humanos.
De acuerdo con el virólogo de Wuhan, Shi Zhengli, identificó docenas de virus similares al SARS, gracias a investigaciones en cuevas de murciélagos y durante diferentes estaciones en cinco años consecutivos.
“Este mecanismo ya se ha observado en el pasado, cuando un virus, quizás originario de murciélagos, se adaptó a los dromedarios y posteriormente a las personas, causando la epidemia de MERS en la península arábiga en 2012. Además en 2002, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) apareció en un mercado chino que vendía búhos de palma (Paradoxurus hermaphroditus).
Shi realizó muestreos en la cueva de Shitou, en las afueras de Kunming, la capital de Yunnan, donde descubrieron cientos de coronavirus transportados por murciélagos con una increíble diversidad genética, pero docenas pertenecen al mismo grupo que el SARS y podrían infectar las células pulmonares humanas.
La organización puntualizó que los mercados de vida silvestre de la región, donde se venden una gran cantidad de animales como murciélagos, gatos de civeta, pangolines, tejones y cocodrilos, son brotes virales perfectos.
cs