Este martes el petroleo mexicano se vendió en 18.78 dólares, su precio más bajo en los últimos 18 años, lo que complica el panorama financiero de Pemex.
La Mezcla Mexicana de Exportación (MME) tuvo una caída de 22.4% respecto al cierre del viernes, debido a que la referencia no cotizó por el feriado del lunes. Este nivel resulta el más bajo desde que se tiene registro, y por debajo del mínimo que había tocado el 21 de enero de 2016, según cifras del Banco de México.
Por segundo día consecutivo, las cotizaciones internacionales del hidrocarburo se derrumbaron, en medio de la competencia por mercado que mantienen Arabia Saudita y Rusia y la menor demanda de crudo por las consecuencias del Covid-19 en la economía mundial
* El crudo Brent cerró con una baja de 4,39% a 28,73 dólares por barril, terminando la sesión por debajo de los 30 dólares por primera vez desde enero de 2016.
* En tanto, el crudo estadounidense WTI profundizó el desplome del día anterior al caer un 6,1% a 26,95 dólares el barril.
* El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que su país podría estar en camino de una recesión debido al estancamiento de la actividad productiva en el mundo y a la crisis de los mercados financieros.
* Estados Unidos anunció que aprovechará los precios bajos del petróleo para elevar sus reservas estratégicas, mientras otras naciones y compañías toman medidas similares para mantener bien abastecidos sus tanques de almacenamiento.
* En medio de las fuertes pérdidas del crudo provocadas por la epidemia de coronavirus, Arabia Saudita y Rusia iniciaron una guerra de precios tras no llegar a un acuerdo para prolongar un pacto sobre recortes de suministros destinado a apoyar al mercado.
* La gigante Saudi Aramco dijo que probablemente concretará sus planes para elevar la producción de crudo en abril y mayo, y que está “muy cómoda” con un precio del barril en torno a los 30 dólares.
* Naciones en Norteamérica, Europa y Asia están tomando medidas sin precedentes para contener el virus, lo que ha reducido fuertemente la demanda de crudo y de productos refinados, como gasolina y combustible, para el transporte aéreo.