Se deben de aplicar todas las pruebas posibles entre la población en riesgo, porque “no podemos sofocar un incendio a ciegas”, subrayó la víspera el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus.

Hagan pruebas para detectar todos los casos sospechosos y saber dónde se encuentra el virus, reiteró, y explicó que durante la última semana se ha apreciado un aumento mundial de la propagación del coronavirus COVID-19. Ya no solo el número de casos es mayor en el resto del mundo que en China, epicentro del origen del virus, sino también de las muertes.

Observó asimismo que se ha apreciado un rápido crecimiento en las medidas de distanciamiento social, como el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos y otras reuniones, así como de la aplicación de medidas higiénicas.

“Las medidas de distanciamiento social pueden ayudar a reducir la transmisión y permitir que los sistemas de salud hagan frente a la situación”, aseguró, “mientras que lavarse las manos o toser en el codo puede reducir el riesgo para uno mismo y para los demás”.

Sin embargo, destacó que “ninguna basta por sí misma para detener la propagación del virus” y explicó que lo que no se ha observado es un aumento “lo suficientemente urgente de las pruebas, el aislamiento y el rastreo de contactos”, lo que describió como “la columna vertebral de la respuesta” a la lucha contra el Covid-19.

“La forma más efectiva de prevenir infecciones y salvar vidas es romper las cadenas de transmisión. Y para hacer eso, se deben hacer pruebas” y “tomar medidas para aislar los casos positivos”, agregó.

“Tenemos un mensaje simple para todos los países: hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas.

Hagan una prueba de cada caso sospechoso. Si dan positivo, aíslenlos y descubran con quién han estado en contacto cercano hasta dos días antes de que desarrollaran síntomas, y hagan pruebas a esas personas también.

Informó de que todos los días se están fabricando los kits de laboratorio para satisfacer la demanda global de análisis; la OMS ha enviado casi 1,5 millones de esas pruebas a 120 países.

LEG