Prácticamente la mitad de la población estudiantil del mundo, unos 850 millones de menores de edad y jóvenes, se encuentran fuera de sus escuelas por el cierre en 102 países y 11 regiones derivado del COVID-19, informó hoy la UNESCO.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) precisó que, sólo en los últimos cuatro días los estudiantes sin clases por la nueva cepa se duplicó.
La escala y velocidad del cierre de escuelas es un “desafío sin precedentes” para el sector educativo mundial, ante el cual el organismo especializado de Naciones Unidas estableció un grupo de trabajo virtual para compartir experiencias y evaluar necesidades prioritarias.
Precisó que mediante enlaces el pasado 10 de marzo ya hubo una reunión ministerial con la participación de 73 países.
Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO, advirtió que si el cierre escolar se prolonga, las dificultades aumentarán de manera exponencial.
“Las escuelas, por muy imperfectas que sean, desempeñan una función igualadora en la sociedad y cuando se cierran, las desigualdades se agravan”, advirtió.
También señaló que los padres no están preparados para la educación a distancia en el hogar, sobre todo aquellos con educación y recursos limitados, sin olvidar los casos en que los niños se quedan solos.
A lo anterior se agrega la falta de acceso a la tecnología o a conexiones eficientes a internet.
La UNESCO adelantó que seguirá organizando seminarios virtuales para compartir información sobre los distintos enfoques empleados y su eficacia.
AR