Un crucero británico, que estuvo varado durante más de una semana en el Caribe tras confirmar cinco casos de coronavirus a bordo, atracó el miércoles en Cuba para permitir que los viajeros desembarquen y retornen luego a sus hogares.
El ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Dominic Raab, agradeció a Cuba ante el Parlamento por ofrecer refugio seguro al crucero Braemar, que traslada más de 1.000 pasajeros y tripulantes, principalmente británicos, luego de que varios puertos del Caribe negaron su atraque.
Pocas horas después, Cuba reportó el primer fallecido en su territorio a causa del virus: un turista italiano de 61 años que estuvo ingresado en terapia intensiva en un centro de salud de La Habana.
Autoridades sanitarias de la isla confirmaron también el miércoles tres nuevos casos, con lo que Cuba acumula 10 infectados por el virus.
El nuevo coronavirus ha llevado al caos a la industria de cruceros, debido a la restricción global de requisitos de entrada a puertos, al tiempo que muchos barcos han quedado varados o en cuarentena. Las compañías han suspendido futuros viajes en los últimos días.
“La prevención y la contención del nuevo coronavirus requieren los esfuerzos de toda la comunidad internacional”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez. “Reforcemos la atención médica, la solidaridad y la cooperación internacional”.
Fred Olsen Cruise Lines, que opera el Braemar, dijo que atracó en el puerto de Mariel, justo al oeste de La Habana.
Los pasajeros regresarían en cuatro vuelos chárters a Gran Bretaña desde el aeropuerto de La Habana, incluido uno separado para los viajeros que recibieron un diagnóstico positivo de coronavirus o mostraron síntomas similares.
A cualquiera que no se considere lo suficientemente bien como para volar se le ofrecerá apoyo y tratamiento médico en Cuba, señaló. Hay 28 pasajeros aislados que han mostrado síntomas similares a la influenza, dijo Fred Olsen Cruise Lines y el grupo incluye a dos personas que resultaron positivas del nuevo coronavirus en su último puerto de escala, Willemstad, Curazao, el 10 de marzo.
Desde entonces, el barco no pudo atracar en Barbados y Bahamas, que son parte de la comunidad británica.
“Todos deberíamos recordar lo que #Cuba ha hecho por nosotros, interviniendo cuando ninguno de los países y protectorados de la Commonwealth británica en la región ofreció ayuda”, tuiteó Steve Dale, un pasajero del Braemar.
Las autoridades cubanas están revisando a viajeros en aeropuertos y han intensificado la producción de máscaras faciales mientras prohíben grandes eventos culturales y deportivos.
Sin embargo, Cuba no ha cancelado los vuelos desde los países más afectados, aunque restringió el movimiento interno o prohibió reuniones sociales.
EFVE