•El Gobernador de la 4 T está llevando a Veracruz al “despeñadero”
•Peligra reconocimiento de la ONU a la cultura totonaca, por Cuitláhuac
Tajín, Papantla.- Cumbre Tajín no se suspendió por temor al coronavirus, sino por miedo al ridículo, porque el evento había sido un total fracaso, con asistencias de apenas 6,000 personas, cuando esperaban 60,000. Pero, además, Cumbre Tajín fue manchada de sangre por la violencia que desató el gobernador Cuitláhuac García Jiménez contra los indígenas nativos.
Construir el prestigio nacional e internacional de Cumbre Tajín costó 20 años de trabajo y miles de millones de pesos, pero bastó solo un año a Cuitláhuac García para echar todo a perder. Nunca en la historia de Veracruz había existido un gobernador tan dañino para la cultura y el arte.
Pero, lo más grave es que el Gobierno de Veracruz ha puesto en riesgo los reconocimientos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha otorgado la cultura totonaca. Hay que recordar que el Centro de las Artes Indígenas, ubicado en el Parque Takilhsukut, se encuentra en el Registro de las Mejores Prácticas para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
El Centro de las Artes Indígenas se proyectó para responder a un deseo a largo plazo del pueblo totonaca, que aspiraba a crear una institución educativa destinada a transmitir sus enseñanzas, valores, arte y cultura. Pero, nadie esperó que el propio gobernador atentara contra la vida de los indígenas, a quienes reprimió con toda la fuerza de la policía estatal.
Me sigo preguntando, qué culpa cargaban los pobres indígenas totonacos, como para merecer una garrotiza y ser trillados por los caballos de la policía montada. ¿Qué quiso demostrar Cuitláhuac usando la fuerza pública contra ancianos y mujeres? ¿Por qué no usa esa misma fuerza para combatir al crimen organizado?
El Gobernador de la Cuarta Transformación ha resultado ser todo lo contrario al Rey Midas, porque todo lo que toca, lo destruye o lo deforma. En poco más de un año, los veracruzanos lo ven como una cruel broma del destino, casi como un castigo de dios.
Cuitláhuac prometió un cambio, una transformación, y vaya que ha cumplido, porque ha logrado transformar todo lo malo que había, en algo mucho peor. Ahí están las cifras de la inseguridad, el desempleo, el endeudamiento y el nulo desarrollo económico.
Se decía que Javier Duarte había sido el peor gobernador de Veracruz, pero ya vimos que estábamos equivocados, Cuitláhuac ya lo superó y aún le quedan más de 4 años. ¡Dios agarre confesados a todos los veracruzanos!