Una de las tendencias de la semana es: “AMLO ha cometido errores con lo del coronavirus, pero es más grave que te dediques a criticarlo, y no a difundir la información que nos dan para enfrentar la pandemia”. ¿Quién habla ahí? La desesperación. Defender los últimos performances del Presidente es ya un lujo reservado a los cínicos y a los fanáticos. El fin de semana, en un paroxismo tuitero, el líder supremo se dedicó a mostrarse en videos donde aparece rodeado de multitudes a las que abraza compulsivamente, incluida esa niña a la que mordió.
¿Grave? Sí. Y congruente. Podríamos estar ante el caso, inédito desde hace un par de siglos, de un Presidente que no cree en los virus. En todo caso, cree que una conspiración, un compló, subyace a esta crisis, un compló contra él que incluye el cierre de Disneylandia, por ejemplo. Así que, tras regalarnos la última videíza turístico-gastronómica, y consecuentemente destrozado por los medios del mundo, aceptó por fin lo de la sana distancia y dijo que López-Gatell le indicaría cuándo pararle a los baños de pueblo, pero se va a probar la gastronomía oaxaqueña, hizo el desplante de rechazar el antibacterial y se puso a presumir las estampitas protectoras que le regala la gente en sus tours. Así que no, no quedan justificaciones, de modo que a cargar contra los críticos. Desesperación, sí.
Algunas observaciones:
Primero, los mensajes del Presidente influyen y no son “errores”: son actos calculados, lo que lo vuelve responsable de una propaganda que pone en peligro a muchas personas. Así pues, bien está que respondamos todos a la contrainformación. No caben las equidistancias marrulleras: el “dejen de dividir” y “sacar raja política”.
También creo que podríamos retuitear más información gubernamental si… hubiera información gubernamental. Y es que conviene atender a López-Gatell, pero no mucho más. Porque las recomendaciones de qué comprar para la cuarentena y cómo cocinarlo vienen de los chefs, los consejos para hacer ejercicio en casa vienen de profesionales del fitness, las sugerencias para ver exposiciones en línea vienen de la crítica, los cierres de escuelas se los debemos a las escuelas y los gobiernos estatales, y las recomendaciones de lecturas vienen de los escritores. Vaya, que la ciudadanía ha hecho la chamba.
Por último: nos hemos dado abasto para hacer esas cosas y además criticar al Presidente. Bueno, consideren que, con la cuarentena que decidimos aplicarnos, vamos a tener tiempo de sobra. Digo, por lo de la Vitacilina.
@juliopatan09