Al menos 29 soldados murieron este viernes tras el ataque de grupos armados a una base militar en el municipio de Tarkint, al noreste de Mali, en el asalto más mortal contra las fuerzas del gobierno registrado en el país en lo que va del año.
Las autoridades de Mali reportaron inicialmente un saldo de dos muertos. No obstante, en el transcurso de la madrugada anunciaron un significativo aumento en las cifras con un saldo total de 29 víctimas mortales, según reportó la cadena de noticias Al Jazeera.
El ejército responsabilizó por el ataque a combatientes yihadistas en activo y con vínculos tanto con Al Qaeda como con el Estado Islámico, en el marco de un constante de ataques propiciados por estos grupos que operan en el país y en la ciudad de Tarkint, a 125 kilómetros al norte de la ciudad de Gao.
La violencia por grupos relacionados con fuerzas terroristas se ha intensificado desde el comienzo de una revuelta al norte de Mali, que estalló desde 2012 y, posteriormente, se extendió hasta los países vecinos de Nigeria y Burkina Faso, afectando a militares, civiles y grupos locales de guerrilla.
Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuatro mil personas murieron el año pasado por la violencia a cargo de grupos yihadistas en los tres países mencionados. Esto implica un aumento del número de víctimas por conflictos internos hasta cinco veces más alto que las cifras registradas en 2016.
Desde mediados de 2019, un reportaje del diario El País advirtió que la combinación entre el yihadismo, los conflictos étnicos, la ausencia de gobierno y la falta de recursos generados por las etapas de sequía pueden convertir a Malí en un Estado fallido.
EFVE