La crisis por el coronavirus le había quitado cierto protagonismo pero desde ahora volverá a las primeras planas el canciller Marcelo Ebrard.

El secretario de Relaciones Exteriores, a quien se le encargaron tareas como traer a Evo Morales y comprar pipas para repartir gasolina, tendrá que hacer arte de sus buenas relaciones con los vecinos del norte para evitar que cierren la frontera.

Como sabe, Donald Trump dejó que ver a partir de este día podría cerrar su frontera con México para el tráfico “no esencial’’, se entiende que turismo.

Pero quedaría abierta, si Marcelo lo convence, para trabajadores y el transporte de mercancía, tal y como lo acordaron Estados Unidos y Canadá.

La desventaja que tiene México es que Trump quiere cerrar su frontera sur para evitar el tránsito de indocumentados a fin de frenar la propagación del coronavirus.

Ahí entran los buenos oficios de Ebrard, que desde ayer intensificó el cabildeo a favor del cierre parcial de la frontera.

Si Trump decidiera cerrar la frontera totalmente, las pérdidas para los productores mexicanos serían incalculables, lo que agravaría más la de por sí precaria situación de la economía nacional.

No la tiene fácil.

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En los últimos días ha crecido el número enfermos por coronavirus en el país, que de acuerdo al Gobierno sigue en la fase de emergencia uno.
La fase dos, donde estará prohibido salir de casa, podría decretarse a mediados de abril, según la explicación del subsecretario Hugo López-Gatell, aunque en los hechos, miles de familias mexicanas se pusieron por encima de las recomendaciones gubernamentales.

Hoy comienza, oficialmente, un mes sin clases en todo el sistema educativo nacional y con ello también se paralizarán las labores en muchas dependencias de los tres niveles de Gobierno.

Dicho de otro modo, la ciudadanía no esperó a una declaratoria oficial de fase 2 y desde el lunes pasado comenzó su cuarentena.

A ver cómo nos va.

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La Cámara de Diputados bajó la cortina “hasta nuevo aviso’’ pero olvidó un detalle, quizá de cortesía, con el Senado de la República.

Sucede que para que la Cámara de Diputados pudiera tomarse la cuarentena, debía recibir el permiso de los senadores, que le fue otorgado y firmado por Ricardo Monreal.

Monreal solicitó igualmente a los diputados su anuencia para que el Senado dejará de trabajar “hasta tres sesiones’’, pero los diputados se fueron corriendo sin autorizar dicho permiso por lo que el Senado tiene la obligación de trabajar, si o sí, hasta que reciba la instrucción de la Secretaría de Salud para dejar de hacerlo.

Son detalles, sí, pero hablan de la sensibilidad política entre una y otra Cámara, entre uno y otro líder.

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Mientras el Gobierno federal aún sigue pensando si aplica o no estímulos fiscales a empresas y trabajadores para paliar los efectos de la crisis económica, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, anunció 4 medidas en apoyo a los sectores productivos del estado.

El primero es un estímulo fiscal del 50% para el segundo bimestre del año sobre el impuesto de nóminas; estímulo fiscal del 100% para el segundo bimestre para el impuesto sobre prestación de servicio de hospedaje.

Acuerdo con la ANTAD en el estado para garantizar el abasto de productos durante la contingencia y el arranque de 100 proyectos por 3,500 millones de pesos que impactarán directamente en el empleo en el estado.

Los estímulos fiscales, de acuerdo con el gobernador, sumarán 180 millones de pesos, que para el estado de Oaxaca son muchos millones.