Foto: Reuters / Archivo Son varias las empresas privadas y públicas que hacen el esfuerzo por encontrar una vacuna para el COVID-19  

Ante la preocupación por el brote de coronavirus, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia, diversas instituciones públicas y privadas se han encargado de desarrollar una vacuna que sea efectiva para contrarrestar el virus en humanos.

 

La familia Coronaviridae incluye una amplia variedad de virus, entre los cuales se encuentran siete especies que son patógenos en humanos.

 

Por lo anterior, instituciones como el Centro Nacional de Biotecnología en Madrid, Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y la empresa farmacéutica Johnson & Johnson, están realizando las investigaciones pertinentes para crear una nueva vacuna para el coronavirus.

 

Sin embargo, no son los únicos en buscar comercializar dicha vacuna, pues la empresa de biotecnología Moderna Inc., con sede en Massachusetts, Estados Unidos, está realizando pruebas en humanos, omitiendo las pruebas en animales.

 

Así mismo la empresa privada CanSino Biologics, localizada en Tianjin, en colaboración con la Academia Militar de Ciencias Médicas, también se encuentra realizando las pruebas en humanos. Pese a los avances, aún falta un período de 12 meses para que la vacuna pueda ser comercializada, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa chino.

 

El costo en producirla, según estimaciones de la OMS, es de 800 millones de dólares (727 millones de euros), y de acuerdo con un estudio publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI por sus siglas en inglés), la elaboración de la vacuna es costosa porque tiene que ser probada en animales como los primates.

 

Es decir, que el financiamiento de dicha vacuna requiere inversiones adicionales del gobierno, las cuales son realizadas por instituciones privadas; además los investigadores se deben enfrentar a la autorización de permisos para desarrollarla y comercializarla.

 

Hasta el momento empresas privadas de Estados Unidos y China han obtenido dichos permisos y son quienes hasta el momento están realizando las pruebas en humanos, sin embargo, se necesita un período mínimo de un año para que la vacuna pueda ser comercializada.

 

EAM