De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU), el acceso al agua es un problema serio en buena parte de los países que se encuentran en vías de desarrollo, sin dejar de considerar la evidente relación que existe entre la pobreza y la complejidad para el acceso al agua, incluso señala una relación muy estrecha entre las personas que viven al día y tienen ingresos incluso inferiores al salario básico, con las que carecen de agua potable segura.
Esto inevitablemente nos confronta con la relación de esta problemática en prácticamente un 80% de las enfermedades sobre todo gastrointestinales y ahora con la necesidad de un correcto aseo de la población ante la actual crisis de salud que se esta viviendo en el planeta.
Por lo anterior la falta de acceso al agua deja en indefensión a las personas frente al Coronavirus COVID-19 e incrementa la emergencia sanitaria que nos obliga a realizar una exigencia a las autoridades para activar planes de contingencia que aseguren el mínimo necesario en diferentes zonas de la CDMX.
Aunque esta situación no es nueva para demarcaciones como Iztapalapa, Tláhuac o Xochimilco, los vecinos no han contado con la solución por parte de las diferentes administraciones que han gobernado esta ciudad capital, dado a que la política en esos tiempos era llevar a cabo cierres, plantones y manifestaciones en la Comisión Nacional del Agua con la finalidad de que esos gobernantes lograran evadir sus responsabilidades.
Hoy alarma también, que el problema de la escasez del agua esta permeando a toda la ciudad como es el caso de alcaldías como Miguel Hidalgo con cortes escalonados o falta de presión en unidades habitacionales tal cual reportan todos los días las personas afectadas; o la Alcaldía Azcapotzalco con quien comparte la problemática en años recientes, misma que se ha agudizado como consecuencia, no solo de la falta de mantenimiento sino entre otras cosas, al desproporcionado desarrollo urbano que han propiciado las autoridades y que ha sido carente de una infraestructura hídrica necesaria.
Durante el proceso electoral del 2018, en medio de las campañas, escuchamos a candidatos como Vidal Llerenas, mencionando la problemática por falta de agua que vivía Azcapotzalco y su entonces intención de generar las gestiones necesarias para que sus habitantes tuvieran mejores condiciones de vida.
Hoy a la luz de la experiencia de casi año y medio de administración, el ahora alcalde Llerenas, lo atribuye a la baja presión y necesidad de mejorar conexiones, así como evitar fugas en la red. Argumentos razonables mas no suficientes.
Ni las alcaldías, ni la Jefa de Gobierno, ni el SACMEX, han presentado un verdadero plan para atender este problema particularmente ahora con la emergencia sanitaria, dándole una mayor relevancia porque puede ser un factor que abone al aumento exponencial de los contagios, dado que la ciudadanía no tendría los elementos mínimos que el gobierno debe de proporcionarle para salir adelante de este problema tan grave por el que esta pasando el país.
Desde aquí hacemos un exhorto para que las autoridades de los diferentes niveles de gobierno muestren resultados y dejen de “regatearles” a los ciudadanos su derecho a vivir en las mejores condiciones y a tener los elementos necesarios para que juntos salgamos adelante en esta pandemia.