Los balseros del río Suchiate, en la frontera de Chiapas con Tecún Umán, Guatemala, registran 80% menos de tráfico hacia ambos lados, tanto de personas como de mercancías, debido a la pandemia provocada por el coronavirus.
Esta frontera, en el paso irregular ubicado en El Limón, Suchiate, es un cruce vibrante en tiempos ordinarios; hoy registra un flujo lento de intercambio de personas y mercancías debido a las medidas preventivas por la pandemia.
Los balseros, en otros tiempos con exceso de trabajo, hoy tienen que aguardar a que lleguen los clientes.
“Demasiado (bajó el movimiento), póngale que nosotros nos arriesgamos (por el coronavirus), por nuestras familias, para sacar el pan de cada día. Todos quisiéramos estar en casa, pero ya ve que se come día con día. Somos personas pobres que nos dedicamos al trabajo de diario.
“Qué bueno que el gobierno nos mandara ayuda, en ese sentido sí está muy mal”, expresó el balsero Marvin Danilo Pop, quien calcula una baja de 80%.
Los balseros se coordinan, un día trabajan los mexicanos y al día siguiente los guatemaltecos. “Mañana no vienen ellos a trabajar, aquí está bien organizado”, explica Danilo Pop, quien tiene 20 años dedicándose a esta actividad.
“El río nos da para ir y venir rápido, pero en invierno si uno no tiene la precaución y las medidas se atiene uno a un accidente, sabe que no la va a librar porque el río llega hasta allá”, explica cuando señala la ribera del afluente que hoy está seca.
Las lluvias que se dan en la sierra del volcán de Tacaná en los meses de invierno suben el nivel del Suchiate, poniendo en riesgo a los que cruzan por estos puntos donde no hay autoridades migratorias, ni aduaneras, sólo elementos de la Guardia Nacional que se limitan a vigilar.
Las balsas transportan entre una tonelada y tonelada y media, “30, 35 quintales de peso”, explica Marvin Danilo Pop.
Los miembros de la Guardia Nacional tampoco portan cubrebocas mientras hacen sus rondines por el sector también llamado Paso del Coyote.
No usan cubrebocas de lado mexicano
Las medidas de control para evitar el virus COVID-19 por parte del gobierno de Guatemala obligan a sus ciudadanos a usar tapabocas, orden que de lado mexicano no han girado autoridades sanitarias.
“Pues mire, yo por fe le digo que aquí no va a pegar, nada más lo hacemos porque como venimos de allá entonces nos tenemos que cubrir por cualquier cosa, tengo fe en Dios que no va a pegar aquí”, expresa convencida Jennifer Obando, quien tras comprar limones de lado mexicano cruzó en una balsa construida con cámaras de llantas hacia la orilla guatemalteca.
“Toda la gente allá lo tenemos, en Guatemala, allá sí. La gente no quiere en México (usar el tapabocas), pero allá sí”, reitera Obando a quien una niña le acompaña con cubrebocas artesanal, según se puede observar por los materiales y las costuras hechas a mano.
En el lado mexicano escasas personas toman esta medida de precaución para evitar contagios, y en el caso de los balseros guatemaltecos fueron sometidos a un control sanitario donde les tomaron la temperatura y les informaron de las medidas sanitarias que deben observar.
“De hecho allá teníamos (cubrebocas), allá nos dicen que la persona que tiene los síntomas debe protegerse más. Aquí (los balseros) ya pasamos el control todos por parte de sanidad de Guatemala. De lado guatemalteco nos hicieron un control a todos para ver cómo estábamos y ver si teníamos signos o algo así para lo del coronavirus”, explicó.
Mientras del lado mexicano ninguna autoridad sanitaria ha acudido a informarles sobre el contagio de coronavirus y modo de prevenirlo. “No, de momento no, aquí no se han venido ni por nada”, añadió Marvin Danilo Pop.
AR