Ante la paralización de la mayor parte del comercio por las restricciones para frenar la propagación del coronavirus, una librería australiana está despachando sus productos en bicicleta para llegar a lectores que no pueden de salir de casa.
Gleebooks, tienda con más 40 años en el centro de Sídney, lanzó un servicio online gratuito cuando el Gobierno limitó las reuniones públicas para frenar el avance del Covid-19. Cerca de casi 2.000 australianos se infectaron y ocho murieron a causa de la enfermedad.
El lunes, el Gobierno ordenó que todos los comercios minoristas cerraran, excepto tiendas de alimentos, farmacias y otros establecimientos considerados esenciales.
No ha sido posible aclarar si el rubro de librerías se considera como “esencial”. Pero los dueños de Gleebooks decidieron que sus clientes reciban libros con la introducción de entregas gratuitas en los suburbios de los alrededores.
La tienda es una de las miles en todo el mundo que se han visto forzadas a reinventarse de la noche a la mañana para sobrevivir a la mayor perturbación de un sector ya devastado por la llegada de grandes rivales de Internet como Amazon.com Inc hace más de dos décadas.
“Como somos una librería, lugar de venta al por menor, nos dimos cuenta de que necesitábamos hacer lo más fácil posible que la gente consiga sus libros sin exponerse a ningún tipo de riesgo”, comentó el director de eventos de la tienda, James Ross, a Reuters.
Para los clientes fuera del radio determinado por las bicicletas de la tienda, Gleebooks redujo los gastos de envío para pedidos superiores a 50 dólares australianos.
Los clientes han acogido bien el servicio, con un aumento inmediato de las ventas online, según Ross. La demanda de libros de artesanía y de actividades para niños ha aumentado, lo que no es sorprendente dado que muchas escuelas están cerradas.
Nerida Ross, la encargada de llevar los libros en bicicleta, dice que los libros ofrecían un modo de evasión para quienes están confinados en casa.
“Los libros son una buena forma de viajar sin tener que ir a ningún sitio”, comenta. “Estamos aprendiendo una nueva forma de ser y creo que la lectura es una parte muy importante de ello”.
MFBG