La prevista llegada de la Fase 2 del coronavirus debe ser un llamado a la solidaridad que los mexicanos llevamos en nuestras venas. Esta conciencia debe resurgir, no estaba dormida, simplemente descansaba.
Esta vez no hay que levantar piedras y salvar vidas de personas que se encuentran entre los escombros, simplemente estar atentos a precisar el problema en su exacta dimensión.
Es necesario que quienes tienen por costumbre hacer daño con sus exageraciones y mentiras que desde diferentes medios se han vertido para descalificar la versión oficial, o bien para atacarla de manera directa, dejen de hacerlo. Este es el momento en que deben poner su conciencia en paz y seguir echando agua a su molino, por resentimientos o simple amargura.
México es un país de mexicanos, y como tales debemos tratarnos. La división entre personas de una misma nación surgió para poder gobernar con mentiras. Ese tiempo ya pasó.
Es necesario empezar a ver el país desde la perspectiva total, como un todo, un todo que no está completo sin todas sus partes. Y este es el momento adecuado de borrar banderas y colores partidistas, para tener objetivos comunes.
No puede pelearse en los medios o en las calles lo que no pudo ganarse en las urnas. Es decir, la enemistad entre partidos tiene un lugar y un espacio específicos, dicha guerra no puede extenderse a tiempos de crisis.
En momentos de problemas hasta los perros se integran a la salvación de vidas, laboran por la preservación de la salud; sin embargo, pareciera que los seres humanos no podemos seguir el evidente ejemplo de los canes que dan la vida por la de otros. Nosotros tenemos una gran responsabilidad que hemos relegado y es la conciencia de la solidaridad que se mostró en 1985 y 2017, de manera por demás ejemplar.
Así, en tiempo de crisis debemos de despojarnos del egoísmo, pero sobre todo de consignas que sólo buscan descalificar, insultar, exagerar, mentir, aterrorizar. Porque más de un comunicador se ha dedicado a impugnar hasta provocar pena ajena al Gobierno. Pensemos en que cualquier otro partido tuviera la responsabilidad del actual régimen, si el PRI estuviera en el poder, tendría a un licenciado como subsecretario de Salud; habría que pedir asesoría externa. Si el PAN estuviera en la Presidencia estaría como subsecretario de Salud, un administrador.
El problema del coronavirus no es menor, tampoco es el fin del mundo. Hay que darle a la información su exacta dimensión y a la solidaridad un tiempo en nuestra vida. Recordemos que en tiempos de crisis también hay oportunidades y esta es una de las mejores alternativas para aquellos que saben que mintieron desde los medios, que impugnaron sin saber si lo que recomienda e instruye es lo adecuado.
Hay que retirar los escombros del resentimiento, salvar vidas y preservar la salud de los hermanos mexicanos, que no por estar en el poder se convierten en enemigos. Sin saber que el destino es el mismo, el futuro debe compartirse ante la imposibilidad de haber compartido el pasado. Es tiempo de hacer historia y hacerle caso a nuestra tradicional conciencia solidaria y ser honestos, decir la verdad, cuando nuestra palabra tiene eco, pero también cuidar y cuidarnos porque los mexicanos somos únicos, somos uno.
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